Rugió
Francia como no lo había hecho hasta ahora en un estallido de orgullo nacional que acabó por silenciar a la inquebrantable Canadá de
Jordi Fernández, que se resistió a someterse a la tormenta pero acabó resignada a una eliminación en cuartos (82-73). Los precedentes y el ambiente acorralaban a la selección gala, apaleada el año pasado en el Mundial por un conjunto canadiense superior (95-65) y con un vestuario revuelto, la anfitriona desplegó una impetuosa revolución francesa proclamada por el díscolo madridista
Guerschon Yabusele (22 puntos) y sellada por el rebelde
Evan Fournier (15 tantos).
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