Aunque desde hace algunos años se puede poner en cuestión por la revalorización del factor promocional y económico, una pretemporada ha servido siempre para preparar la temporada. Es una opinión que genera consenso y que todos los clubs asumen como una verdad general, relativizando la trascendencia de los marcadores. Ocurre que cuando se enfrentan en un partido dos equipos que mantienen una rivalidad histórica la relevancia del resultado, aunque lógicamente no tenga ni de lejos el impacto de un enfrentamiento oficial, tampoco es completamente inocuo. Curiosamente, la lectura que se ha hecho del Clásico en el Met Life de Nueva Jersey, saldado con una victoria del Barça ante el Real Madrid (2-1), transmitió bastante más esfuerzo por parte del perdedor por quitarle importancia al marcador que por parte del ganador para dársela. El portero madridista Thibaut Courtois recalcó que "cuando cuenta es durante la temporada". Lo subrayó instantes después de subir en el úlñtimo minutos del Clásico a rematar en el área contraria en pos del empate. Su entrenador, Carlo Ancelotti, se expresó en la misma línea, argumentando además que al Madrid le "faltaron ocho jugadores", así que recomendaba "no volverse locos, son partidos de pretemporada".
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