El vestuario de Francia denota un mal rollo que anticipa un mal augurio, un drama nacional como sería no hacer ni medalla en los
Juegos Olímpicos como anfitrión. Las discrepancias entre los jugadores y su entrenador,
Vincent Collet, son más que evidentes, algo que se confirmó tras la dolorosa derrota ante Alemania (85-71), la cual ha abocado al combinado galo a tener que medirse a la Canadá de
Jordi Fernández en cuartos de final este martes (18:00).
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