En la historia del Barça los futbolistas vascos han tenido un papel trascendental. Solamente cabe recordar la incidencia en el Dream Team de jugadores como
Zubi,
Alexanko, el capitán que levantó la primera Copa de Europa en Wembley,
Bakero,
Julio Salinas y
Txiki Begiristain, entre otros. Mucho antes, al inicio de los sesenta, el fichaje de
Jesús Garay, central elegante donde los hubiera en aquel Athletic de la delantera de los leones (
Iriondo,
Venancio,
Zarra,
Panizo y
Gainza), dinamitó el mercado. A pesar de haber cumplido la treintena el Barça tiró de cartera para pagar la cifra récord en aquel momento de cinco millones y medio de pesetas. En Bilbao no tuvieron más remedio que aceptar la situación y no encontraron una mejor solución que invertir el dinero del traspaso en la financiación de la nueva tribuna norte del viejo San Mamés, que pasó a ser conocida por los lugareños como la “tribuna
Garay”.
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