El
kazajo de guardia zurda Sabyrhkhan, campeón del mundo, aguardaba en su esquina a que secasen los brazos de
José Quiles Brotons. El español, serio, escuchaba las últimas instrucciones del
seleccionador Rafa Lozano. Empezó el combate dominando el territorio, perfecto en la esquiva y golpeando con claridad. Ganó el primero de los asaltos (4-1) pero se llevó un cabezazo que obligaba al seleccionador a aplicarle hielo. Desde ese momento empezó otro combate. Quiles boxeaba por inercia, siguiendo las instrucciones de su esquina, sin tener plena conciencia de lo que estaba pasando fruto del cabezazo. Su boxeo era casi innato. “Termina con la mano adelantada”, le pedía el seleccionador. Al final del segundo asalto, Lozano le miró a los ojos y le dijo: “El combate está ganado. Sin cometer fallos”. Y eso es lo que hizo el boxeador valenciano, evitar el contacto para así poder asegurarse seguir en estos JJ.OO. después de la
frustración de Tokio.Seguir leyendo...
