Léon Marchand se ha convertido en la gran figura de la natación de los
Juegos Olímpicos. El ídolo francés enciende
La Défense con sus portentosas exhibiciones. La última, este pasado martes cuando en un margen de apenas una hora se clasificó para las finales de los 200 mariposa y los 200 braza, dos de las pruebas más exigentes físicamente para los nadadores. Sin embargo, Marchand compartió protagonismo con
Daniel Wiffen, que acaparó todas las miradas al proclamarse campeón olímpico de los 800 metros libres.
Seguir leyendo...