Tom Aspinall fue, junto a Paddy Pimblett, el que salió más beneficiado de el último UFC, en Manchester. El inglés
defendió por primera vez su campeonato interino de las 265 libras ante Curtis Blaydes, en
un combate que duró poco más de un minuto por el rápido noqueo que realizó y que le hizo merecedor de un
bonus a actuación de la noche. Algunos fans ya lo reconocen como el verdadero campeón de la división, pero todavía debe enfrentarse al
actual campeón de los pesos pesados, Jon Jones.
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