Fernando Alonso vivió una situación atípica y surrealista en el pasado GP de Hungría, cuando a falta de poco más de dos minutos para terminar la clasificación, al regresar al pit lane por una bandera roja, los miembros de la FIA le obligaron a meterse en parque cerrado como si la 'qualy' hubiera terminado. Tuvo que bajarse del coche, y luego, le comunicaron que había sido un error y que podía volver a su coche para disputar los últimos minutos. Y una semana después, en el
GP de Bélgica de F1, reconoció que la
FIA le pidió perdón "cientos de veces" por ese problema del que se quejó en Budapest, algo que aquel día definió como "un error grosero".
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