Nico Williams está siendo, por ahora, el jugador más vistoso de la Eurocopa. El extremo vasco ha encandilado al mundo por su velocidad, su regate y su desequilibrio en el uno contra uno. Con España se le ve finalizar jugadas que, con el Athletic Club, a menudo se le atascaban en la resolución final. Su eclosión y su cláusula de rescisión, de 58 millones, le hace ser una tentación para los grandes clubes con pretensiones de ganar la Champions. El Barça, con menos dinero que nadie, entre ellos. El jugador, que parece vivirlo todo con un simpático desparpajo, dice estar tranquilo y que no pensará en su futuro hasta después de la Eurocopa. Imposible. Cuando hay una empresa que te ofrece ganar el triple de lo que ganas en tu lugar de trabajo, por más frío que seas, la posibilidad -y la ilusión- por un nuevo contrato dorado te quita horas de sueño, pensamientos y concentración.
Seguir leyendo...
