La fase de grupos de la Eurocopa se cerró y con ello se acabaron los atracones de fútbol, con jornadas de tres y cuatro partidos. Ahora llegan dos días en que habrá que sobrellevar el síndrome de abstinencia como buenamente se pueda (unas dosis de Copa América en directo o en diferido pueden mitigarlo) y el sábado empezarán los octavos de final, que depararán cruces tensos. El de España será de los fáciles, sobre el papel, dado que su rival será Georgia, la sorpresa entre los clasificados. Pero cuidado con los georgianos porque están mostrando algo tan peligroso como es el dominio de las áreas. Bajo palos tienen al enorme
Mamardashvili, que ayer ante Portugal fue clave para el triunfo con varias paradas de mérito. Y en ataque brillan
Kvaratskhelia, el habilidoso extremo del Nápoles, y
Mikautadze, quien suma tres goles y una asistencia. Ambos marcaron para batir a un Portugal en que había muchos suplentes pero en el que jugaron de titulares
Cristiano y
Joao Félix.
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