A pesar de que la Gerencia Comercial del Fideicomiso de la Central de Abasto de Ciudad de México asegura que los precios de abarrotes, cárnicos, frutas y legumbres es 40 por ciento más barato en el mercado mayorista, para que una familia mexicana disfrute de una cena navideña con los platillos típicos —bacalao, romeritos, pavo, ensalada de manzana y ponche de frutas— tendrá que gastar 26 salarios mínimos en promedio.
Una comparación entre la última lista de precios de productos para la cena navideña de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y un promedio de los alimentos en diferentes locales del también considerado mercado más grande del mundo, la Central de Abasto de Ciudad de México, revela que para un festín con aproximadamente ocho personas los mexicanos gastarán 2 mil 650 pesos.
Según el último informe sobre el gasto de los mexicanos en fechas decembrinas elaborado en 2017 por la Profeco, para la realización de la cena familiar un consumidor desembolsaba entre mil 194 y los mil 500 pesos; sin embargo, si ahora desea gastar lo mismo tendrá que reducir el número de platillos en la mesa.
Durante un recorrido de MILENIO en la Central de Abasto, en Iztapalapa, se constató que para preparar 3 kilos de bacalao bañado en jitomate, acompañado con papas, aceitunas y cebollas, una familia mexicana tiene que desembolsar un promedio de 774 pesos. Asimismo, para la realización de romeritos acompañados de papas, tortas de camarón, nopales y mole, gastará aproximadamente 670 pesos por dos kilos para el platillo.
La encuesta navideña del Gabinete de Comunicación Estratégica de 2016 menciona que el pavo es el platillo más consumido por los mexicanos el 24 de diciembre, y en 2019 tan solo rellenar un ave de seis kilos con frutos secos y marinarlo con jugo de naranja costará 759 pesos.
Para la sociedad mexicana, que también gusta de las cosas dulces, en estas fechas contempla preparar la ensalada de manzana, que incluye la fruta, crema, azúcar y pasas, además del ponche con piloncillo, que en promedio por los dos platillos se gastan 456 pesos.
Bajas ventas
Uno de los problemas que los locatarios de la Central de Abasto señalan como responsable de que las ventas de estas fechas decembrinas hayan bajado en comparación con otros años, son las obras de infraestructura que se iniciaron y siguen sin concluir en el centro de comercio y que ha provocado, aseguran, que los distribuidores y clientes dejaran de ir.
“Estamos muy enojados porque mis ventas han disminuido, antes ganaba casi dos mil pesos por día, pero ahora saco menos de eso, casi la mitad, eso ya no es vida, no es trabajo para uno”, comenta Petra Nicanor, locataria desde hace 30 años.
Héctor Ulises García Nieto, coordinador y administrador de la Central de Abasto de Ciudad de México, comenzó el 10 de junio pasado obras de atención integral de la infraestructura del lugar, después de 36 años de no recibir ninguna atención.
Los locatarios aseguraron que cuando les notificaron sobre los trabajos de remodelación les dijeron que terminarían en diciembre, justamente para no afectar sus ventas en estas fechas; sin embargo, las obras continúan, afectando las viabilidad de las 500 mil personas estimadas que reciben todos los días.
Las obras consisten en reparar 8 kilómetros de red de tubería, alcantarillas y conectores, 500 mil litros cuadrados de cemento hidráulico de 26 centímetros de grosor para poder soportar vehículos pesados y se solicitó la licitación para cambiar cerca de mil cámaras y establecer un C2 integrado al C5, así como establecer un plan integral de manejo de residuos sólidos.
“Otros años para estas fechas los pasillos estaban llenos, yo compraba unas 50 cajas de fruta y terminaba muy temprano, este año solo compramos diez y ya es mediodía y no podemos acabar”, expresó Cleotilde Cruz, otra locataria del lugar.
Por su parte, Luz María Gómez, clienta de la Central de Abasto que vive en la alcaldía Xochimilco, tarda casi dos horas para llegar al comercio y así poder surtirse con los alimentos para su cena navideña: “No importa lo que me tarde, aquí encuentro lo que necesito para mi cenas decembrinas, aunque ahora encuentro algunos productos caros y entrar por algún acceso del mercado es complicado, pero vale la pena la espera”.
RLO