El artesano metepequense Javier Carrillo crea nacimientos de barro con figuras de hasta 70 centímetros de altura que han ganado popularidad.
Sin embargo, dice que las posibilidades de este material son tan amplias como la imaginación, por lo que no se limita a formas tradicionales.
A los 15 años descubrió cómo se trabaja el barro: sus tiempos, transformación, preparación y posibilidades; después de perfeccionar la técnica dio paso a su creatividad para crear desde arboles de la vida y nacimientos hasta piezas de arte figurativo.
“Hay que conocer lo básico: moler el barro, juntarlo, cernirlo, hornearlo, pintarlo etc.; ya que lo dominas hay que aprender más, viendo a otros con más experiencia, tomar cursos, ver tutoriales en YouTube, el mismo interés y gusto es el que te lleva a perfeccionar. Si te gusta se va dando”.
En este sentido detalló que el arte fue su primer impulso, conoció a escultores y vio que también se podían hacer con barro, fue cuando empezó a hacer figuras abstractas y minimalistas.
“Cuando toco el barro me doy cuenta que puedo hacer otros diseños, en ese momento no encontré el público adecuado para estas propuestas, ahora con las redes sociales es más fácil y apenas empiezan a voltear a verlas”.
Agregó que esta actividad artesanal se volvió parte de su vida la cual mantiene con la venta de sus piezas, por ello aseguró que todo el año fabrica figuras de barro por encargo o para venta y su arte espera el momento para darse a conocer.
“En esta temporada lo que más vendo son nacimientos, creo que con el tiempo la gente sigue practicando esta tradición y siempre hay mucha venta, una vez una empresa me pidió 10 nacimientos monumentales en un periodo corto y la verdad es que el tiempo no me lo permitió porque requiere tiempo, pero es una señal de que se trata de un tema que aún se conserva”.
LC
