Oscar Wilde es uno de los autores ingleses más leídos. El ingenioso escritor nació el 16 de octubre de 1854 en la ciudad de Dublín. Fue autor de cuentos, poemas novelas y obras de teatro, entre las que destacan El retrato de Dorian Gray, La importancia de llamarse Ernesto y Salomé.
Durante gran parte de su vida fue una celebridad y era reconocido por la alta sociedad londinense. Sin embargo, sus últimos años fueron complicados al ser enjuiciado por tener un amorío con el también escritor Alfred Douglas.
En aquellos años la homosexualidad era condenada, por lo cual Wilde pasó dos años en la cárcel. Al salir, su vida fue distinta, pues ya ninguna editorial lo quería publicar.
En conmemoración al escritor —ahora un icono de la comunidad LGBT—, recordamos algunas de las frases más ingeniosas e inspiradoras de Oscar Wilde.
Nos pasamos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.
El trabajo es el refugio de los que no tienen nada que hacer
Si ser distinto es un crimen yo mismo me colocaré las cadenas.
La única ventaja de jugar con fuego es que aprende uno a no quemarse.
La amistad es mucho más trágica que el amor. Dura más.
Un fracaso en amor es, para el hombre, como una misión cumplida. Los corazones están hechos para ser rotos.
La mejor base para un matrimonio feliz es la mutua incomprensión.
La única persona que necesitas en tu vida, es aquella que te demuestre que te necesita en la suya.
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