: por una parte el asunto del nuevo aeropuerto y por otra el de Medina Mora, ambos ligados por la corrupción.
En el primer caso, la nueva resolución del juez da la razón a la Secretaría de la Defensa Nacional, quien argumentó razones de seguridad nacional pues de suspenderse esta obra significaría el incumplimiento de las órdenes militares que tengan como finalidad la defensa de la integridad territorial y la seguridad nacional. Este fallo sienta el precedente para que el juez invalide otros siete amparos pendientes que tienen parado el proyecto del aeropuerto de Santa Lucía.
Pero #NoMásDerroches, organización ultraderechista, insiste y pidió sea la SCJN quien resuelva las sentencias con el fin de que defina si se edifica o no el aeropuerto y responsabilizó al presidente Andrés Manuel López Obrador de presionar al Poder Judicial para revertir la resolución, es decir, culpa de tráfico de influencias también al Poder Judicial, pues según su dicho resultaría cómplice.
En el caso Medina Mora se especuló mucho, sobre todo porque el Ministro de la Suprema Corte de Justicia, en su carta-renuncia, no mencionaba los motivos de la misma y algunas opiniones señalaban que esto era crucial y que sin esto la renuncia no operaría, pero el otro asunto destacado fue que Ricardo Monreal mostró músculo y control en el Senado y explicó que los motivos de la renuncia eran un derecho; no una condición. La renuncia se puso en conocimiento del pleno del Senado de la República y fue aprobada por una mayoría aplastante: 111 votos a favor, 3 en contra y cinco abstenciones, es decir, una mayoría muy superior a la calificada.
¿Por qué renuncia Medina Mora, cuando podía mantener el fuero y buscar el apoyo de sus defensores del sector privado, hasta de ex presidentes y demás gente que apoyó en sus cargos? La impunidad del fuero permitiría a Medina Mora mantenerse 10 años más en el cargo. Aunque algunos opinan que renunció porque negoció impunidad a cambio, lo cual podría sonar lógico y, como dice el dicho, "a enemigo que huye, puente de plata" (o mejor: al que renuncia, impunidad garantizada).
