Se utiliza la expresión ejercer “de abogado del diablo” para referirse a aquellas personas que defienden posturas contrarías a los intereses de alguien.
Me parece que Manuel Bartlett es duro en sus conductas como lo ha demostrado a lo largo de su carrera política, no es de mi interés defender lo que ha hecho con su dinero pero es justo manifestar que por su paso en este estado de Puebla, por lo que respecta a su conducta financiera, fue bastante aceptable y no se oyó o investigó alguna conducta de malversación de fondos públicos, así como de algún acto represivo.
Sorprende el ver como es indefectiblemente afectado y muchas veces apenado de modo muy doloroso por el desprestigio de su imagen por presunciones en cualquier sentido, grado o aspecto que sea, pero yo creo que él saldrá avante, en tanto se sirva en base al sentimiento del honor, esta propiedad puede tener una influencia saludable, que hable de la buena conducta de Manuel Bartlett.
Sentado, frente a un escritorio, con la blanca bandera de la CFE a sus espaldas, así se muestra en su foto de twitter, medio por el que expresó: “Ratifico que lo que he declarado ante la autoridad es lo que poseo, ni un peso más ni un peso menos. El Presidente @lopezobrador_ no me protege; siempre he estado bajo el escrutinio público.” A lo que un ciudadano en comentario le contesta: “Señor urgen pruebas, urge, sorry pero su palabra no me basta.”
Y es que antes de un juicio mediático, del linchamiento público, se deben analizar las evidencias, es ahí donde Bartlett tiene la oportunidad de presentar las pruebas suficientes para demostrar su verdad.
En la mañanera López Obrador comentó al respecto: “Es evidente que está enfrentando una campaña en contra de su persona de parte de los adversarios, de los conservadores, y él tiene que responder y estoy seguro que él va a aclarar todo esto que se está difundiendo”. Enemigos reales o imaginarios, el presidente entró a su defensa.
Desde nuestro punto de vista, es prudente ponerle límites en una sensata y discreta reflexión, y una justa precisión del valor de los bienes de Don Manuel, para así mejorar esa gran susceptibilidad de la opinión pública, tanto en el caso en que se alegue o en el que se hiera, porque ambos dependen del mismo hilo, por consiguiente una justa apreciación del valor de lo manifestado, depende ante los ojos de los demás, la construcción de una defensa a lo manifestado en su declaración patrimonial.
La gente que le dio su voto de confianza a Andrés Manuel, también debe de darle su apoyo a todos sus allegados, los veteranos políticos llevan bastante tiempo en este juego de la política, como decían mis tías “más sabe el diablo por viejo, que por diablo”, y es el sabio tiempo, como siempre, el que nos dará la respuesta en esta controversia.