Que Gerardo Peña ya puede dormir tranquilo, nada impide ahora sí que agarre su pluri y con ello el control de la próxima Legislatura estatal, la plataforma para darse a notar en los siguientes dos años y mantenerse vigente en la escena política por aquello de ser plan B, C o D hacia la sucesión estatal.
Que ayer sesionó el Trife y terminó también con el martirio de Héctor Escobar e Ivette Bermea, cuya diputación local supuestamente estaba en riesgo de caerse por impugnaciones lo de Morena y el PRI en Matamoros, que finalmente no prosperaron. Mucho ruido y pocas nueces.
Que más dedicado a actividades en la zona sur, Pepe Rábago tiene una fuerte oferta para que colabore en la reestructuración del PRI en Tampico, algo que el exalcalde ha mostrado interés ahora que vino la renovación del CEN y la llegada de Alito Moreno; pero hay otras voces que, afirman, lo tratan de convencer para colaborar en otro tipo de proyectos políticos.
Que esto surge mientras el tricolor sigue rascando entre los personajes que todavía le sobreviven para ir dando forma al proyecto de 2021, pues al igual que Rábago quieren que regrese Fernando Azcárraga. Quien ya está convencido en trabajar, aseguran, es Gustavo Torres.
Que a quien se le vio ayer en la reunión de instalación del Comité Municipal de Salud en Altamira fue al exdirector del Hospital Carlos Canseco, Luis Antonio Núñez García, quien actualmente sigue cesado de su cargo; estuvo sentado en una mesa al fondo del lobby del hotel donde se desarrolló la reunión.
Que al respecto, la secretaria de Salud, Gloria Molina, dijo que la investigación continúa pero se le notó incómoda al ser cuestionada sobre el tema, tanto así que dejó a los reporteros hablando solos.
Que mal se vieron las consejeras del Instituto Nacional Electoral en Tampico al quitarle las sillas de la primera fila a los reporteros en la conferencia de prensa que daba la titular estatal del organismo Olga Castro. _
