¿Cuántas cadenas perpetuas recibirían todos los cómplices de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera? El poder que alcanzó el grupo delictivo que encabezó quien hoy purgará una condena de cadena perpetua más 30 años en una cárcel de los Estados Unidos, no habría sido posible sin la complicidad de autoridades y grupos políticos.
Simplemente las fugas de película que protagonizó y que lo elevaron a calidad de leyenda nunca habrían ocurrido de tener un país en donde las leyes se apliquen de manera irrestricta. Estoy seguro que si al Chapo lo hubieran juzgado en México, no habría seguridad de su permanencia en la cárcel como nunca la hubo desde su primera fuga, y qué triste que para garantizar un castigo ejemplar se haya tenido que ir a los Estados Unidos como ha sucedido una y otra vez desde las primeras extradiciones, como la de Juan García Ábrego, ex cabecilla del Cártel del Golfo.
Ahora que andamos en la modalidad de perseguir a quienes han amasado fortunas del infortunio del país, sería interesante hurgar un poco en los cientos de páginas que conforman el expediente del caso de este narcotraficante: los testimonios rendidos en el juicio y las pruebas que tienen los vecinos del norte para saber a quién vamos a castigar de este lado del continente, pues nadie les cree a todos aquellos que hoy señalan a El Chapo como único responsable de todo lo que se le acusa. Nada más alejado de la realidad.
El crimen organizado tiene el poder que la autoridad le permite tener, no hay otra explicación del porqué muchos delincuentes de todo tipo pueden pasearse por el país, entrar y salir sin mayor problema y gastarse el dinero ilícito proveniente de sus actividades ilegales si no es por la complicidad (en la mayoría de los casos), negligencia u omisión de las autoridades.
La complicidad se da más que nada por el poder corruptor de los criminales, cuántos policías, funcionarios, jueces, magistrados, presidentes municipales, gobernadores y me atrevería a decir ex presidentes jugaron en el bando equivocado y deberían de estar junto con El Chapo, primero en el banquillo de los acusados y después tal vez en una celda contigua…
Tal vez nunca lo sabremos.
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