La película de los hermanos Wachowski (ahora hermanas) marcó en 1999 un parteaguas en la ciencia ficción, la cultura pop y los efectos especiales, y además creó esa duda sobre si esto que vemos, sentimos, olemos y escuchamos es la realidad.
Como diría Morpheus: “¿Qué es real? ¿Cómo defines lo real? Si estás hablando de lo que puedes sentir, lo que puedes oler, lo que puedes saborear y ver, entonces lo real son simplemente señales eléctricas interpretadas por tu cerebro”. Ahora Elon Musk quiere crear justamente algo así, como salido de Matrix, pero con otra intención.
Neuralink es el nombre de otra compañía del también CEO de Tesla, la cual tiene como objetivo implantar en el cerebro humano una serie de hilos flexibles que permitirán la transferencia de datos para ayudar a personas con lesiones cerebrales graves o descargar idiomas directamente en el cerebro, sí, justo como en Matrix.
Aunque suena como una verdadera idea descabellada, lo cierto es que es algo muy real que podría ser la era de una nueva forma de acceder a información en los humanos y un cambio que definiría el futuro de toda nuestra raza.
La forma en la que esto se lograría sería mediante un robot neuroquirúrgico que implanta hilos con cientos de electrodos por minuto para ser lo menos posible invasiva la operación.
Ya implantados se lograría una fusión entre el cerebro y una inteligencia artificial que, aunque ahora el concepto del proyecto se conecta mediante un cable USB-C, un dispositivo debajo de la oreja y una app, la idea es que sea inalámbrica la conexión.
El proyecto se presentó para pedir a personas unirse y empezar a trabajar en lo que Musk promete será la siguiente gran revolución que creará una nueva era de cíborgs para adelantar en mucho la evolución natural de los humanos y, sin duda, creará todo tipo de polémica, cuestionamientos y un sinfín de trabas lograr que esto sea una realidad, pero si puede ¿estaremos listos para no aprender sino descargar conocimiento en nuestros cerebros?, ¿ es legal, ético y moralmente correcto hacerlo? Prepárense porque ahora tenemos que protegernos de no ser hackeados en nuestros cerebros.
fernando.santillanes@milenio.com
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