Cuando Las niñas bien, el best-seller de Guadalupe Loaeza llegó a los rincones de casi toda casa clasemediera, yo tenía 14 años. Y recuerdo haberlo leído a sonoras carcajadas recreando el vivo retrato de tanta señora de la alta sociedad regiomontana en la que crecí. Años más tarde, empecé mi carrera justo en un suplemento dirigido a la high sampetrina y nunca pude borrar de mi mente los relatos tan vívidos que Loaeza realizó de ese círculo repulsivo de mujeres huecas preocupadas más por su bolsa de Lic. Valeriano y las mejores cremas compradas en el gabacho, que en la educación de sus hijos.
Las niñas bien, en texto, es una sátira hilarante aunque alarmante. Cuando la cineasta Alejandra Márquez Abella anunció que la llevaría al cine, mi gran preocupación era cómo iba a retratar el humor del libro y cómo iba a ser relevante el texto más de tres décadas después de haber sido publicado. Y además, siendo asesorada por la escritora —quien ya perdió la chispa que la llevó a la gloria— no imaginaba los mejores resultados.
¡Pero qué padre se siente que le callen la boca a uno! Disponible en renta en YouTube, Google Play, iTunes México y Cinépolis Click, la obra de Márquez Abella es una verdadera joya de la cinematografía nacional que por desfortuna salió al mismo tiempo que Roma, siendo eclipsada por ésta.
La inteligencia del guion radica en la habilidad de centrar todo en un personaje, más que en los diversos relatos del libro, y en quitarle el humor para que éste sea involuntario y cause risas incómodas al ver cómo Sofía (interpretada por una espléndida Ilse Salas, merecedora del Ariel sin duda), va perdiendo todo —hasta su identidad— cuando la crisis del gobierno de Jolopo llegó a su extremo afectando a la crema y nata de la sociedad.
La película se vuelve relevante porque temiblemente, esa sociedad que algunos dicen es ficticia, todavía existe. Dense una vuelta por el Starbucks de las Lomas, visiten cualquier martes de cafecito en San Pedro Garza García o entren a una sucursal del Lic. Valeriano. Las niñas bien siguen existiendo y la historia de Sofía está a punto de repetirse en esta 4T.
VEREDICTO
10
Trama: 10
Actuación: 10
Música: 10
TOP 3. LOS ACIERTOS DEL FILME
LA ACTUACIÓN DE ILSE SALAS
Con sutilezas, recrea el terror que Sofía cree estar viviendo.
EL SCORE DE TOMÁS BARREIRO
La música realizada con voces y aplausos es totalmente inortodoxa. ¡Bravo!
LA AMBIENTACIÓN
Uno revive los 80 al ver la cinta y eso tiene muchísimo mérito.