Tamaulipas va este domingo a otro momento inédito en su historia política. Una elección en donde por primera vez solo están en juego las diputaciones al Congreso del Estado y por lo mismo, se espera la votación más pobre de la que se tenga registro.
Son los primeros comicios en donde los legisladores locales tenían la oportunidad de reelegirse (aunque los partidos enviaron solo a cinco a someterse al escrutinio ciudadano) y es también la primera ocasión en que quienes resulten electos van a un periodo de dos años y no de tres.
Las campañas políticas no despertaron el menor interés, y a estas alturas, hay gente que ni siquiera tiene claro en qué distrito tendría que votar, mucho menos conoce a los candidatos y lo que propone cada quien.
Esto también se debe a que ya no hay candidatos con un nivel competitivo, reconocidos y con un liderazgo indiscutible entre los ciudadanos.
Es decir, la caballada está muy flaca en todos los partidos.
En estos nuevos tiempos de la política nos tratan de vender candidatos que si bien son perfiles frescos algunos, no se ve que vengan precisamente a oxigenar la política, porque traen las mismas prácticas corruptas que, ojo, el pueblo ya ha castigado en las urnas.
Hay candidatos que no tienen la menor idea de lo absurdo que resultan algunas de sus propuestas legislativas y otros que de plano no les interesó presentarse ante el electorado con su oferta. Pero lo más patético, sin duda alguna, son quienes se vienen a vender con un nuevo empaque, como si la población fuera tonta y no recordara que fueron parte de gobiernos corruptos que el mismo pueblo echó del poder castigándolos en las urnas.
Sin embargo, en medio de todo esto hay que ir a votar, porque unos cuantos no pueden decidir por todos nosotros.
Pero lo que está en juego en la elección del domingo no es un asunto menor. Si bien es cierto los diputados son la figura política más repudiada por la ciudadanía, porque jamás regresan al distrito, hay que ver más allá.
Se trata de la composición del Poder Legislativo del Estado, actualmente dominado por el PAN, quien en este proceso es quien lleva el mayor apuro de ganar para conservar el control del Congreso y que el gobierno panista gobierne sin contrapesos. _
