Elegir la docencia desde los 20 años fue la mejor decisión de su vida, dice con gran convicción el Hermano José Rubén Sámano y Álvarez quien a sus 81 años ya está jubilado pero continúa impartiendo clases de dibujo en el Instituto Francés de La Laguna.
Educar en amor, con valores y convicción es como el hermano Sámano resume su vida educativa. "Continúo dando clases de dibujo a alumnos de secundaria y preparatoria. Al jubilarme pedí a mi superior me mandara a un lugar donde hubiera secundaria porque me gusta trabajar con adolescentes, son un muy bonito reto. Desde 2012 a la fecha estoy en el Francés de La Laguna, es un instituto que llevo tatuado en el corazón".
Algunos de quienes fueron sus alumnos en 1958, cuando llegó al Francés como maestro, hoy son grandes empresarios y quienes al verlo le agradecen por aquellas palabras que les brindó en su niñez o adolescencia y fueron aliciente para ser mejor persona.
"Mi memoria ya es de 81 años, a todos los recuerdo, pero en este momento se me viene a la mente Yamil Darwich que siempre que me ve me dice que soy su papá académico, y como él varios más me comentan lo mismo".
Algunos de los grandes empresarios y hombres de reconocimiento que estuvieron en el aula con el hermano Sámano fueron, el maestro Ramón Shade, quien hoy es director de la Camerata de Coahuila; Pedro Luis Martín Bringas, de Grupo Soriana; así como Fernando Llama Alatorre y Arístides Papadopulus, entre muchos más.
"Tengo 81 años y estoy tomando esto con más calma", dice; sin embargo además de las clases de dibujo prepara mamás catequistas, brinda pláticas a maestros y jóvenes, así como ser partícipe de las actividades del colegio.
El cariño de sus alumnos y ex-alumnos se nota, al caminar por el patio del Francés más de uno de se acerca a saludarlo, los pequeñitos hasta lo abrazan. Y como durante su trayectoria fue director y docente en varias instituciones lasallistas de México, los recientes Juegos Nacionales Francés algunas de sus alumnas lo buscaron ya que sabían que en se encontraba en Gómez Palacio y no dudaron en invitarlo a platicar.
Recientemente, cuenta el hermano Sámano, un grupo de ex-alumnos que hoy tienen 70 y tantos años se juntaron para ir a Mazatlán y lo invitaron, "te das cuenta que la gente te quiere que dejaste algo en su corazón porque me sienten como si fuera su segundo papá, son cosas que gratifican mucho. Lo que les enseñé a lo mejor no se acuerdan, impartí Español, Historia, Psicología, lo que más recuerdan fue la relación que vivimos como amigos. Lo que alguna vez les dije y que yo ya no me acuerdo, me dicen Usted me dijo tal cosa y eso me ayudó para ser mejor persona, no lo recuerdo pero que bueno que le hizo bien".
Finalmente el hermano Sámano considera que la fórmula es tener vocación, "eso marcó a mis alumnos y los sigue marcando, yo les hablo del corazón y trato de llegar a su corazón. Soy tan feliz con esto que si volviera a nacer lo volvería hacer. Enseñar y enseñar el bien, el vivir la vida para ser feliz".
A los 12 años, en 1950 ingresó a la Escuela Cristina y a partir de ahí comenzó su vida profesional. En 1957 estuvo trabajando en Monterrey aunque aun era estudiante, fue maestro en cuarto de primaria, y desde entonces no ha dejado la docencia.
Sin haber concluido sus estudios fue llamado para trabajar al Instituto Francés de La Laguna. Posteriormente ocupó el cargo de director en el Colegio Ignacio Zaragoza en Saltillo del 68 al 72 y después fue invitado a Chihuahua para cubrir un remplazo del 72 al 73 y luego en Monclova del 73 al 74, estando ahí recibió una beca para estudiar en Bélgica.
Posteriormente estuvo en Monterrey en el Centro de Estudios Superiores La Salle. En Guadalajara también fue director, regresó a Monterrey en 1986 para luego volver a Chihuahua del 87 al 94. Luego ocupó varios puestos administrativos en Acapulco, Ciudad Obregón y Monterrey.
En San Juan de los Lagos estuvo de director general y ahí se jubiló para seguir ejerciendo en el Instituto Francés, colegio que tiene en alta estima.
