De niño, cualquiera se imagina conocer a sus ídolos y convertirse en ellos, pero hay ciertas historias que nos regala el futbol en las que los pequeños logran su sueño y conocen a las máximas figuras.
Aquí te dejamos algunos de los casos más interesantes:
Era 1998, un pequeño ‘Grizou’ de 7 años y una selección francesa campeona del mundo se encontraban en el mismo lugar, Antoine conocía a ídolos como Thierry Henry, Bixente Lizarazu, Fabian Barthez y Zinedine Zidane.
20 años después, Griezmann se coronó campeón del mundo en Rusia, recibiendo la distinción de Jugador Más Valioso de la final.
Un Mbappé de 15 años que tenía su cuarto tapizado de pósters, tuvo la oportunidad de conocer al ícono de su infancia y logró fotografiarse con él.
Lo curioso es que años después también lo enfrentó en los Octavos de final de la UEFA Champions League, en donde el Real Madrid del portugués se impuso.
El portero nacido en Argentina tuvo que esperar hasta sus 26 años para conocer a su ídolo, Diego Armando Maradona, quien en 2018 se convirtió en su entrenador en Dorados de Sinaloa.
Servio tuvo a bien tatuarse la cara del '10’ en su pierna izquierda, con la frase “Creo en Dios”.
El niño pequeño de las inferiores del Barcelona se le acercó a pedirle un autógrafo a Maxi, años después ese mismo niño se convirtió en amigo íntimo del futbolista argentino y de su familia, ese infante era Mauro Icardi.
Pero esta historia tuvo un giro de 180 grado cuando la esposa de Maxi López, Wanda Nara se separó de él y poco tiempo después inició una relación formal con Icardi.
ZZM
