Sobre la avenida Garza Sada y en la carretera Nacional rumbo a Santiago, se puede apreciar un panorámico que llama la atención por su crudeza, pero contrasta con su espíritu de esperanza.
Se trata, amigo lector, de los anuncios que se han colocado en la ciudad para recordarnos que existen miles de desaparecidos en el estado. Yo alcancé a ver esos dos, pero seguramente hay más en la ciudad.
“Nuevo León 2016-2018”, dice, “2, 919 personas desaparecidas”, “juntos les encontraremos”, agrega y tiene una dirección de internet: desaparecidos-nl.mx, donde se puede ampliar esta información.
En la página web se explica que esta es una iniciativa de Cadhac (Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos AC) y contiene información sobre ¿qué hacer en caso de una desaparición?, y algunas recomendaciones para seguirse en caso de estar en esa situación.
Más allá de la información de la página de internet, que es muy valiosa, me parece muy valiente y necesario que se coloquen estos panorámicos por donde sea posible, porque nos recuerdan que el tema de los desaparecidos no se debe olvidar y porque debe estar siempre en la agenda de los gobiernos.
No hay nada más terrible que un familiar desaparecido del que no se sabe nada, es un infierno, la duda es corrosiva. El dolor de los padres debe ser indescriptible.
Se trata de casi 3 mil personas de las que no se sabe su paradero.
Decir que los gobiernos han mostrado incapacidad para dar respuesta a este fenómeno, es casi disculparlos. Si me equivoco que me corrijan por favor, pero no hay un gobierno que brille por su atención a las familias de los desaparecidos.
En general son los familiares quienes han tenido que hacer grupos, y buscar apoyo y presionar para encontrar a sus seres queridos. Las organizaciones civiles son más fuertes y más confiables cuando se trata de buscar una persona.
Otro de los esfuerzos, de entre muchos otros que hay, es el que han emprendido los periodistas.
El sitio web: www.adondevanlosdesaparecidos.org es un trabajo serio que busca dar algo de información veraz sobre el tema.
“A dónde van los desaparecidos es un proyecto periodístico que busca responder dónde están las personas que nos faltan, a través de entender y develar las lógicas de la maquinaria impune de la desaparición de personas en México”, dice la página de internet.
“Buscamos adentrarnos al laberinto del sinsentido, lleno de puertas falsas y datos ocultos, y obtener piezas que, conjugadas entre sí, alumbren posibles respuestas para esta emblemática y tortuosa pregunta: ¿Dónde están?”, agrega.
El sitio es un esfuerzo de Open Society Fundations, 5° Elemento, laboratorio de investigación periodística y cuenta con muchísimos periodistas en todo México que participan y apoyan desinteresadamente.
Este proyecto arrancó con el impulso que le dieron los resultados del informe Violencia y terror. Hallazgos sobre fosas clandestinas en México, de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, que es posible consultar en su página web.
El trabajo de recuento de fosas clandestinas es estremecedor y ayuda mucho a visualizar el salvajismo que se ha vivido en estos últimos años en el territorio nacional.
Después de leer estas investigaciones, de escuchar testimonios de familiares y de ver la poca o nula respuesta, no queda más que preocuparnos, porque dónde está Martín, Carlos, Juana Cecilia, Lourdes, Raúl, Evaristo, Pedro, Fernando, Gabriela, Damián, Benito, Rosa Aurora, Víctor… ¿dónde está la autoridad pues, dónde el estado de derecho?… usted, ¿qué opina?
alejandro.gonzalez@milenio.com
