Guillermo Almada heredó un problema: ¿A quien poner en el mediocampo de Santos Laguna? y en su perspectiva de solución ingresó en la alineación titular a Ulises Rivas y Carlos Orrantia.
No cambió en el volante por izquierda al dejar a Brian Lozano y optó por mandar a la banca al chileno Diego Valdés.
Para el bajo nivel de juego de un rústico equipo de Querétaro las soluciones funcionaron porque Orrantia tuvo más llegadas al área que Lozano y Rivas, junto a Vázquez, sólo tuvieron que esperar a que los jugadores de Gallos Blancos les entregaran la pelota.
Cosas que tiene el fútbol, Santos Laguna ganó sin empujar la pelota a la portería. Una pierna de Víctor Milke y otra del portero Gil Alcaláterminaron con la racha de no ver goles en la meta contraria.
En el entorno de los jugadores santistas sigue la maña de buscar llevarse a dos o tres rivales, lo mismo puede ser Brian Lozano que Gerardo Arteaga o Javier Correa.
En vez de jugar corto y al pie del compañero, quieren salir jugando en medio de dos o tres oponentes.
Otro asunto que se repitió fue aquello de jugar 45 minutos bien y la otra mitad del partido de regular a mal. Afortunadamente, el Querétaro de Víctor Manuel Vucetich está más limitado que Atlas o Lobos BUAP.
Las jugadas que originaron los autogoles de Querétaro fueron bien elaboradas por los elementos albiverdes.
En el primero un desborde de Carlos Orrantia por derecha y en el segundo un despeje de Jonathan Orozco, el cual controló Brian Lozano quien pasó el balón a Javier Correa para que dispara al poste.
El gol de Gallos Blancos se originó de un tiro de esquina en corto en el que Orrantia se equivocó al dejar la pelota a la deriva, lo que provocó un contragolpe que culminó Ake Loba.
El partido de anoche en el TSM cumplió con el objetivo de obtener tres puntos luego de casi dos meses sin ganar.
Finalmente, Santos se pudo imponer a un rival de bajo nivel, situación que no había podido conseguir en duelos frente al Atlas, Veracruz o Pachuca (como visitante). Hasta ahí la mejora.
