En la creación de sus contenidos originales, Netflix ha apostado por la diversidad en todos los sentidos. Series, películas, miniseries, cortometrajes, documentales. Terror, drama, comedia, Alfonso Cuarón y Adam Sandler. Y muchas series con contenido LGBT+, más que cualquier otra plataforma. Gracias a esta intensa creación de contenidos diversos, han podido llegar a tramas muy específicas y fascinantes como Special, una serie que tiene como protagonista a un hombre gay con una parálisis cerebral leve.
No me imagino en una junta ejecutiva de contenidos de un medio tradicional discutiendo esa posibilidad para un producto. Una idea como Special es posible gracias a los avances de la tecnología y la posibilidad de opciones de los consumidores actuales. Gracias a eso puede convertirse en un show histórico, el primero en presentarnos a una parte de la población gay que nunca había tenido atención mediática, que merece la misma atención y respeto que todos.
Special está a la tendencia en todos los sentidos. Además de su trama, también está su estructura. Ocho episodios de 15 minutos de duración. Dos horas que funcionan perfecto para ejemplificar la televisión del presente y del futuro y al mismo tiempo divertirnos, conmovernos, hacernos más humanos y empáticos con el otro. Special es la prueba máxima del compromiso de Netflix con la diversidad, de su apuesta por romper esquemas.
