Cuando el periodista deportivo Héctor Leal Ortiz decidió contar la historia de Guadalupe Pinto, El Grillo de Cuajimalpa, la idea de sus enfrentamientos o de sus triunfos era de los asuntos que más le interesaban, pero al momento de conocerlo un poco más a fondo, de hurgar en su infancia y, en especial, de conocer su sentir sobre una de sus peleas emblemáticas, contra Johnny Owen, todo cambió.
“Su vida no fue fácil, tampoco en el boxeo: empieza en peso mosca, le llega la oportunidad de ir a Juegos Olímpicos, pasa a peso gallo, pero también hay un pasaje clave en su vida, personal y profesional: la pelea contra Owen, a quien noqueó en el round 12 y 30 días después fallece”.
Apenas un relato que aparece en el libro Guadalupe Pintor. Un boxeador con ángel (Fondo Editorial de Nuevo León/Editorial Universitaria UANL, 2018), porque esa pelea lo marcó tanto que hasta pensó en retirarse, aunque la familia de Owen lo protegió, “le dijo que él no tenía por qué retirarse, que arriban de un ring pasan muchas cosas”.
La idea del ángel lo ha acompañado desde aquellos días, “Johnny Owen es como mi ángel de la guarda”, en palabras de Lupe Pintor: “imagínense subir al ring con ese complejo de que le puede volver a suceder a mi contrario, pero también a mí”, pero al final se trataba de narrar ese sentir como ser humano y como atleta, confesó el boxeador durante la presentación del libro, en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.
“En este libro está mi historia total, sobre todo el origen: vengo de una familia desintegrada, de un padre agresivo, pero el contarlo, el manifestarle a la gente que sí se puede, es el objetivo: no es necesario que vengas de una cuna más o menos, o si vienes limitado, si propones y te comprometes, sí se puede. De ahí la importancia de contar la vida de Lupe Pintor”.
Aunque ya protagonista ya de un libro anterior, un volumen de crónicas del colombiano Alberto Salcedo Ramos, Los ángeles de Lupe Pintor (Editorial Almadía, 2016), Guadalupe Pintor. Un boxeador con ángel se abordan diferentes pasajes importantes en la carrera del boxeador, desde el día más importante de su carrera, hasta cuando decide retirarse del boxeo para volver unos años más tarde.
“Aprendí mucho de mi pelea con Owen: fue un compromiso, difícil, pero tiene uno que seguir adelante con la misma determinación. Es una motivación, porque si uno no lo hace con esa motivación, mejor hay que retirarse. Tenía necesidad, la certeza de que podía hacer muchas cosas más y ese fue el propósito.: terminé mi carrera hace más de 30 años y sigo gozando de los privilegios de esa oportunidad de la vida”, en palabras de quien fuera boxeador durante dos décadas.
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