"Tú te sientas hasta atrás porque los vas a contagiar", recuerda Angelina Ramírez Bolaños lo que le dijo su profesora de la primaria cuando le informaron que padecía leucemia aguda, enfermedad que le detectaron cuando tenía siete años de edad. "Éramos tres las pacientes a las que nos atendían y solo yo sigo con vida", cuenta la hoy madre de familia, quien tiene 30 años.
En la delegación estatal del IMSS, desde el 2010 a la fecha atienden anualmente un promedio de 80 pacientes con leucemia, de los cuales poco más de 10 casos son infantes, así lo dio a conocer la doctora Uendy Pérez Lozano, hematóloga del Hospital de Alta Especialidad San José, en el marco de la celebración del Día Mundial del Cáncer Infantil.
La también encargada del programa de trasplante hematopéyico del IMSS, indicó que la leucemia linfoblástica del niño es uno de los cánceres más agresivos que existe y que incluso se puede presentar desde el útero.
Dijo que las razones de su origen son múltiples y todas hipotéticas, es decir, sin una causa directa del porqué se da.
"Se especula que la sobrevitaminación del paciente o la exposición a tóxicos medulares podría ser la razón. En los niños hay una edad epidémica que empieza de los dos años a los cinco, que es una edad en las que les da con mucha frecuencia y se puede relacionar con enfermedades virales y pueden ser causas multifactoriales".
Indicó que después de los 5 a los 9 años se detecta y es curable con quimioterapia en un periodo aproximado de dos años.
Resaltó que no hay manera de prevenirla, sólo de diagnosticarla a tiempo.
Señaló que hay mayor prevalencia en niños que en niñas.
Uno de los síntomas es que un menor que es hiperactivo de pronto se empieza a quedar quieto, "ya no corren, ya no caminan, les duelen los huesos".
Expresó que si presenta este primer síntoma debe de llevarse de inmediato a consulta. Añadió que la mitad de los casos con una biometría hemática se puede detectar si hay alteraciones que nos pueden llevar a sospechar si el paciente tiene leucemia aguda.
Informó que en un 90 por ciento el tratamiento es de quimioterapia; radioterapia en otros casos, esto si está muy avanzada la enfermedad; o trasplante de médula en aquellos casos donde los estudios marquen que el niño no se va a curar con el tratamiento.
Los donantes pueden ser hermanos o el papá, también un primo o un medio hermano.
Aclaró que ningún paciente se ha curado sin la aplicación de quimioterapia.
En 1996, cuando Angelina tenía 7 años de edad, empezó a sufrir dolor de estómago, sangrado en la nariz, dolor de cabeza y dejó de comer; lo que también debilitó su sangre. "Porque se me adelgazó".
Como se agudizaron los síntomas, sus padres la llevaron a consulta médica. Así, después de realizarle diversos estudios, como una biometría hemática, les notificaron que tenía leucemia limfoblástica aguda.
De inmediato, comenzó un tratamiento, que consistió en quimioterapias y radioterapia, pero como no evolucionó les indicaron que era necesario un trasplante de médula, lo cual fue difícil porque ninguno de sus familiares fue compatible. Hasta que encontraron un donador.
Para entonces habían transcurrido seis años, en los que sufrió discriminación y fue segregada por sus compañeros y maestra del colegio.
"La maestra les decía a mis compañeros que no se juntarán con ella porque se iban a contagiar de cáncer".
Apuntó que en todo ese proceso, lo más difícil fue cuando estuvo en terapia intensiva, pues sus defensas estaban bajas y ello derivó en una neumonía que se conjuntó con varicela, "que se manifestó tanto dentro como fuera de mi cuerpo".
Empero, con la ayuda de los médicos y enfermeras del IMSS, así como del cariño de sus padres y hermanos salió adelante, a tal grado que teniendo 13 años de edad fue dada de alta, y solo de manera periódica acudía a revisión médica.
Recordó que los médicos le habían dicho que eran pocas las posibilidades que tenía de ser madre, pero teniendo 14 años se embarazó.
Actualmente, la empleada en una tortillería, tiene dos hijas: Jade Haydeé Ramírez y Mayteé Guadalupe, de 15 y 10 años, respectivamente, a quienes les inculcó a no discriminar a nadie por ninguna circunstancia.
ARP