El uso y abuso del plástico en las últimas décadas ha traído un panorama desolador: para 2025 habrá una tonelada de plástico en el mar por cada tres toneladas de peces, lo que será un nivel de contaminación irreversible.
Información del Programa Internacional de Limpieza Costera, Mares sin Basura, señala que si no se toman medidas de inmediato, en cuestión de tiempo habrá más basura que especies marinas en los océanos.
Sin embargo, el problema no solo ocurre en los mares, pues los parajes naturales de Nuevo León también están inundados de desechos de todo tipo.
En un recorrido realizado por Telediario fue posible constatar la presencia de una gran cantidad de basura en ríos, arroyos y presas de la localidad.
En el río Santa Catarina, por ejemplo, son bolsas y botellas de plástico los principales objetos que se observan entre los matorrales.
Además de ello, ropa, electrodomésticos, llantas, muebles y animales muertos ensucian el paisaje.
Al mismo tiempo, hay quienes queman basura en el lecho del afluente, por lo que también se encuentran cenizas de desechos de todo tipo, a pesar de que el reglamento municipal prohíbe incinerar basura en la vía pública.
Mientras tanto, en el Arroyo Seco la situación es similar. En el lugar, el paso del agua es obstruido por la presencia de escombros.
En la presa La Boca, localizada en el municipio de Santiago, existe el mismo problema, aunque se trata de uno de los principales suministros de agua potable para el área metropolitana de Monterrey.
Si bien a simple vista el paraje luce limpio, es dentro del agua donde se encuentra la mayoría de los desechos, que van desde bolsas de plástico hasta envases de vidrio, unicel y neumáticos.
Algunas especies que habitan en el paraje, como patos o peces, nadan pese a la presencia de la basura.
Este tipo de contaminación no solo afecta a las especies marinas, sino que también puede generar riesgos para la salud humana.
Urgen a aprobar ley estatal de residuos
Luego de la prohibición de popotes anunciada por el gobierno de Nuevo León, el Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire del Área Metropolitana de Monterrey urgió a los diputados locales a trabajar en la creación de una ley de residuos, pues aún no existe una regulación para su recolección y tratamiento.
Si bien el tema ya se ha planteado a la Comisión de Medio Ambiente del Congreso del Estado, hasta el momento no se ha convocado a iniciar mesas de trabajo o algún otro diálogo para concretar una iniciativa, informó Alfonso Martínez, director del mencionado observatorio.
En entrevista, el especialista manifestó que independientemente de la prohibición de popotes, es urgente que se defina cómo será el tratamiento de la basura según su tipo, lo que haría necesaria la separación de los desechos desde casa.
"No tenemos una ley general de residuos en el estado de Nuevo León y se requiere. Se tienen que hacer estudios previos y establecer qué se va a hacer con los residuos orgánicos, inorgánicos.
"Ya se ha hablado con algunos diputados y con la Comisión de Medio Ambiente, y nosotros estamos a la orden de que nos convoquen", señaló.
Respecto a la medida anunciada por la Secretaría de Desarrollo Sustentable, Martínez consideró que será necesario destinar mayor presupuesto para inspectores, pues tan solo en el área metropolitana de Monterrey existen alrededor de 50 mil establecimientos de alimentos donde se ofrecen popotes a los clientes.
No obstante, recordó que también existen otros utensilios, como cucharas o vasos desechables, que son muy utilizados en algunos negocios y hacen tanto daño como los popotes.
"También hay otra serie de utensilios que se utilizan y que también son de plástico, como son los agitadores, cucharas o tenedores de plástico, que tienen la misma problemática que los popotes. Habría que ver bajo qué criterios se seleccionó que fueran los popotes", cuestionó.
En su opinión, las prohibiciones no son la mejor opción para detener el consumo de un producto, por lo que en su lugar propuso otorgar incentivos a las empresas que produzcan utensilios reciclables o biodegradables.
"Se puede fomentar el uso de popotes de otros materiales apoyando a las empresas que los producen o colocando impuestos a los popotes de plásticos, e ir reduciendo impuestos a las fábricas que producen popotes reciclables o biodegradables", planteó.
Martínez comentó que otra de las formas para comenzar a abatir la contaminación es promover la economía circular, lo que implicaría que las empresas recuperen el material que lanzan al mercado, por medio del reciclaje.
