Inicia la temporada de los fuertes vientos en el Valle de México y zona metropolitana. Al margen de algunas molestias, un buen día aparecerá ante nuestros ojos el espléndido espectáculo de un cielo limpio y transparente que revivirá la expresión del Barón de Humboldt cuando en 1804 refiriéndose al valle de Anáhuac lo definió como “la región más transparente del aire” lo que permitirá disfrutar la grandiosa presencia de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, que son referencia y motivo para múltiples interpretaciones y expresiones tanto simbólicas como artísticas.
Pero trascendiendo el influjo que su presencia ejerce en quienes los admiramos son también la manifestación superficial y subsuperficial de la energía interna de nuestro planeta, su presencia nos habla del calor que existe en las profundidades de la tierra y de su constante movimiento.
Las cadenas montañosas surgieron por el movimiento de las placas tectónicas y a veces por las erupciones volcánicas. Los volcanes representan la salida de las llamadas plumas de magma ascendente que alcanza la superficie.
Los representativos volcanes además de inspirar historias desde la época prehispánica por la forma que presentan son también una permanente referencia de la energía que tiene nuestro planeta. Existen registros de las erupciones del Popocatépetl en los códices a partir del año 1363, 1509,1512 hasta la registrada después de la conquista en 1528 la que es descrita por el cronista Bernal Díaz.
El actual Popocatépetl se fue conformando durante los últimos 23 000 años aunque inició su formación hace 730 000 años como refiere la Sociedad Geológica Mexicana.
El Iztaccíhuatl compañía inseparable del Popocatépetl es un volcán que se forma por tres partes que se alinearon. El punto más alto es el considerado como el “pecho” de la llamada mujer dormida, le sigue la cabeza y al final los pies los que fueron la primera parte en formarse hace 1.7 millones de años y la última parte fue“la cabeza”.
Estudios muestran que el Iztaccíhuatl no ha hecho erupcióndesde hace 11 000 años aunque en el siglo XIX tuvouna exhalación de gases como refiere el Instituto de Geofísica de la UNAM. Los volcanes son también una fuente de agua y vida que se afecta por el cambio climático impactando ecosistemas cercanos. Son en consecuencia además de su belleza un valor natural que es necesario conservar.