Arriba del escenario del Teatro Hidalgo, Chantal Andere, Rogelio Suárez y Jorge Gallegos toman turnos para partir una rosca y celebrar el Día de los Reyes Magos, a los tres les toca un muñeco y, entre risas, aceptan pagar los tamales; los actores aprovechan para aplaudir la tradición y llaman a promoverla entre las nuevas generaciones.
Los rodea el resto del elenco, ensamble y producción de El beso de la mujer araña, todos toman el cuchillo, cortan su pedazo de rosca y dan grandes mordidas al pan; aunque en unos minutos tienen función. Sin embargo, se toman el tiempo para jugar, tomarse un par de fotografías y repetir, a Gallegos incluso le toca doble “bebé”.
“Soy fan de la rosca de Reyes y el chocolate, justo en esta época la disfruto mucho; la verdad sí me echo una rosca yo solito”, dice el actor a ¡hey!, mientras sus compañeros, ya caracterizados y calentando la voz, se “pelean” por el último pedazo.
“En mi familia siempre festejamos a los Reyes Magos, les dejamos su carta en el zapato y comemos rosca, los esperamos con mucha ilusión, les dejamos galletas, leche y manzanas, y les dejamos agua a los animales”, cuenta Chantal.
Tanto ella como su esposo buscan enseñar a sus hijos que estas fechas van más allá de las posadas, las vacaciones y los regalos; en este punto, aprovecha para señalar que, en su casa, Melchor, Gaspar y Baltasar evitan traer aparatos tecnológicos como obsequios, pues a ella le parece “un error garrafal”.
“Creo que ahora con la tecnología, que cada vez nos rebasa más porque los niños ya no piden juguetes como antes, hay que seguir fomentando que sean fechas que sirvan para unirse en amor, en armonía, para cumplir propósitos, estar cerca de los tuyos, reflexionar qué hiciste bien o qué hiciste mal, qué cambiarias de ti y ver cómo resolver los problemas”, indica.
Y añade: “Sobre todo es una época para agradecer, creo que debemos inculcarles a los niños ser agradecidos, porque cuando tienen una vida con posibilidades dan por sentado que merecen todo y no, las cosas se ganan”.
Rogelio y Jorge coinciden en que esta época es de amor y convivencia; sin embargo, aceptan que la ilusión de los regalos es una sensación que todos los niños deberían vivir, por suerte, ellos atesoran bellos recuerdos de los 6 de enero.
“De chiquito me encantaba que llegaran los Reyes; un día se fueron y ya quiero que vuelvan a regresar, ¡regresen por favor! (…) Lo que nunca me trajeron fue un carrito de batería, de esos que te subías y tú lo manejabas, eso siempre fue lo que yo quise, en lugar de eso me trajeron una avalancha, que tenía que empujar (risas), pero siempre me traían regalazos”, menciona Suárez.
Gallegos agrega: “Los Reyes me encantan, como niño siempre fue una ilusión el que llegaran, en ocasiones no me traían lo que pedía, seguramente me portaba mal (risas), pero siempre estuve muy agradecido y los recuerdo con mucho cariño”.
ES
