Ya ha comenzado el otoño, lo que significa que oficialmente ha llegado el momento de vestirse con botas. Este se trata del momento favorito del año para muchos, por la calidez que todavía reina en el ambiente, el cambio de las hojas, la vuelta a recetas calientes y la aparición de planes caseros agradables. Sin duda, una época en la que leer un buen libro o hacer planes que incluyen película y manta se convierten en un must.
Sumado a todo lo anterior, para muchos también se trata de su estación favorita en cuanto a moda se refiere. Las tendencias de esta estación se centran en la superposición de capas, donde las prendas se alargan y cuentan con materiales más gruesos para protegernos del frío.
En este contexto, las botas se consolidan como un imprescindible. Año tras año, con la llegada del frío, las botas regresan reinventadas, adaptándose a las nuevas tendencias. Sin embargo, también hay modelos que independientemente del tiempo que lleven en el sector, su diseño las hace atemporales y perfectas para enamorar a generación tras generación. Este es el caso de las botas Chelsea.
Los botines Chelsea tienen sus raíces en el siglo XIX, cuando el zapatero de la reina cuando el zapatero de la reina Victoria, Joseph Sparkes Hall, patentó un nuevo tipo de zapato diseñado para montar a caballo. Con su suela baja, forma puntiaguda y laterales elásticos fabricados con goma vulcanizada, este modelo fue rápidamente apreciado.
Absolutamente prácticas, se trata de las botas por excelencia: sencillas, cómodas, fáciles de combinar con prácticamente cualquier atuendo y disponibles en cientos de colores. Tanto la reina Victoria como los Beatles cayeron rendidos ante ellas, utilizándolas en más de una ocasión. Pero la primera no ha sido la única ‘royal’ en demostrar su afición por ellas: Kate Middleton también ha lucido estos botines en clave casual, perfectos para dar paseos por el bosque o andar por la ciudad durante los días más largos.
En 1960, los zapateros británicos Anello & Davide adoptaron las botas Chelsea e incorporaron una de sus características icónicas: el tacón cubano. Este diseño pronto se convirtió en el preferido de bandas como The Beatles y The Rolling Stones, así como de los mods, una subcultura londinense caracterizada por utilizar trajes a medida y scooters. Según la sabiduría popular, John Lennon y Paul McCartney compraron sus botas Chelsea en la tienda de Anello & Davide en Charing Cross Road en 1961, donde ordenaron dos pares negros con tacón cubano para completar su look de trajes a medida. En 1962, Ringo y George también se unieron al estilo, completando el primer “uniforme” que usarían en el escenario.
Desde sus primeros días en 'The Cavern Club' hasta su estrellato internacional, el vestuario de The Beatles se transformó en un referente de la moda. Inicialmente, su estilo era bastante conservador, pero a medida que ganaron notoriedad, comenzaron a experimentar con su apariencia. La adopción de las botas Chelsea se convirtió en un elemento central en su estilo, que fue determinante a la hora de definir su imagen pública. Este calzado, con su diseño elegante y práctico, permitió a la banda destacar en un mar de músicos contemporáneos.
Desde las pasarelas de alta costura hasta el street style urbano, las botas Chelsea se han consolidado como un elemento esencial en el armario de cualquier amante de la moda. Este calzado, clásico y versátil, sigue siendo uno de los favoritos de las referentes de estilo. Las tendencias de moda que dominarán el otoño-invierno 2024/2025, palabra del street style, confirman su protagonismo. Podemos verlo en multitud de fotografías de moda urbana, donde las botas Chelsea se destacan como un must-have para la temporada.
Una de las grandes opciones para este verano son los botines commando chelsea de Hunters, disponible en negro y verde. Este modelo promete convertirse en uno de los tres estilos de zapatos planos, elegantes y muy cómodos que son tendencia este otoño/Invierno. Además, mantiene todos los elementos icónicos que han hecho de las botas Chelsea un clásico atemporal. Su diseño elegante y minimalista, junto con el inconfundible elástico en los laterales, respeta las características esenciales de la bota original.
Además, esta versión introduce una innovación clave: es completamente impermeable. Esto la convierte en una opción ideal para los días lluviosos y cambiantes del otoño, cuando la funcionalidad y el estilo deben ir de la mano. Precio: 135 euros.