El gobernador de Texas, Greg Abbott, presentó detalles sobre un nuevo tramo del muro fronterizo en Eagle Pass, una de las áreas más activas para cruces no autorizados en la frontera México-EE. UU. Este proyecto forma parte de las medidas para reforzar el control migratorio y garantizar la seguridad estatal, según indicó el mandatario en un video publicado en redes sociales.
La construcción contará con una altura de ocho metros, una profundidad de tres metros y se extenderá a lo largo de 45 kilómetros. Estas especificaciones lo convierten en una de las barreras más imponentes de la región, diseñada para limitar el paso irregular hacia Estados Unidos.
Eagle Pass, un punto estratégico entre México y Texas, ha experimentado un incremento significativo en el número de personas que intentan cruzar hacia Estados Unidos. Este contexto llevó al gobierno estatal a implementar medidas adicionales, incluyendo la construcción de este muro, que busca reducir la presión en la zona.
Sin embargo, organizaciones defensoras de los derechos humanos han criticado la iniciativa. Argumentan que estas acciones incrementan los riesgos para los migrantes, quienes podrían verse forzados a buscar rutas más peligrosas para alcanzar su destino.
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El nuevo tramo de muro se alinea con las políticas migratorias impulsadas durante el gobierno de Donald Trump, quien enfatizó la necesidad de construir barreras físicas en la frontera sur. Abbott ha destacado que este proyecto complementa los esfuerzos estatales por reforzar la seguridad fronteriza.
El anuncio llega en un contexto de tensiones políticas, con llamados de sectores conservadores para intensificar el control en la frontera. A pesar de las controversias, Abbott aseguró que la medida es necesaria para proteger a las comunidades de Texas.
