El régimen de Nicolás Maduro intensifica sus ataques contra líderes internacionales que apoyan al opositor Edmundo González Urrutia, declarado presidente electo de Venezuela por el grupo Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA). El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) publicó carteles de “Se busca por invasor” con los nombres y rostros de nueve expresidentes latinoamericanos, incluidos Andrés Pastrana (Colombia), Felipe Calderón (México), Vicente Fox (México), Mario Abdo Benítez (Paraguay) y Mireya Moscoso (Panamá).
El CICPC acusa a los exmandatarios de “conspiración, complicidad en actos terroristas y atentados contra la paz de Venezuela”. Mientras tanto, el ministro del Interior, Diosdado Cabello, advirtió que si intentan ingresar al país para acompañar a González en su toma de posesión el 10 de enero, “serán detenidos y llevados ante la justicia”. Estas medidas forman parte de una campaña para deslegitimar la oposición venezolana y reforzar el poder de Maduro.
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El CICPC difundió los carteles a través de redes sociales, señalando a los expresidentes como responsables de intentar desestabilizar al régimen de Nicolás Maduro. Andrés Pastrana, uno de los líderes acusados, confirmó que estará presente en Venezuela junto con otros exmandatarios para respaldar a Edmundo González, quien busca asumir la Presidencia del país en medio de una crisis política.
Por su parte, la Asamblea Nacional de Venezuela declaró a los nueve exlíderes como “personas non gratas”. Entre ellos también figuran Ernesto Pérez Balladares (Panamá), Jamil Mahuad (Ecuador), Jorge Quiroga (Bolivia) y Laura Chinchilla (Costa Rica). Según el Parlamento, estos líderes intentan “sembrar el caos” y respaldan un supuesto intento de invasión liderado por González.
En un discurso, Diosdado Cabello expresó abiertamente que los exmandatarios serán detenidos si pisan suelo venezolano. “Para todos hay espacio, todos tienen su espacio listo, preparado para recibirlos”, afirmó el funcionario, en tono desafiante.
Cabello también acusó a los expresidentes de tener vínculos con crímenes como narcotráfico y corrupción, asociándolos con el opositor González. Esta estrategia busca intimidar a la oposición y reforzar la narrativa oficialista, mientras aumenta la tensión internacional ante la posible entrada de los exmandatarios al país.
