El principal líder opositor de Mozambique volvió el jueves de más de dos meses de exilio para hablar con el gobierno sobre los cuestionados resultados electorales, que condujeron a semanas de sangrientas protestas.
Venancio Mondlane asegura que le robaron la elección presidencial del 9 de octubre en favor de Daniel Chapo del partido Frelimo, en el poder desde hace 50 años en este país lusoparlante del sur de África.
A menos de una semana de la investidura de su rival, Mondlane llegó el jueves por la mañana al aeropuerto de Maputo.
"Estoy aquí en persona para decir que si quieren negociar (...), estoy aquí", dijo en un mensaje a las autoridades.
Este parlamentario y excronista de radio de 50 años, especialmente popular entre los jóvenes mozambiqueños, había pedido a sus partidarios recibirlo en el aeropuerto, pero la policía bloqueó los accesos a la terminal.
Cientos de simpatizantes del opositor se enfrentaron a los agentes antidisturbios, lanzándoles piedras y frotándose los ojos con agua de los charcos de lluvia para atenuar los efectos de los gases lacrimógenos.
El resultado, cuestionado también por observadores de la Unión Europea y oenegés anticorrupción, fue confirmado antes de Navidad por el Consejo Constitucional, que otorgó un 65% de los votos a Chapo y un 24% a Mondlane.
La disputa electoral ha provocado fuertes disturbios en el país, con unos 300 manifestantes muertos, según una oenegé local.
Las autoridades también denuncian el asesinato de policías, así como actos de saqueos y vandalismo.
Acusado por la fiscalía como responsable de esta violencia, Mondlane se exponía a ser arrestado una vez llegado al país.
"Estoy preparado para someterme a la justicia, para defenderme (...) y a demostrar a la justicia quiénes son los verdaderos culpables de los crímenes", dijo este jueves.
Pero cualquier acción del gobierno contra el carismático opositor podría conducir a Mozambique, todavía marcado por su larga guerra civil (1977-1992), a una grave crisis, advierten los analistas.
"Si el Frelimo quisiera reunificar al país, es hora de que se tome su regreso como una oportunidad para el diálogo", dijo Tendai Mbanje, analista del Centro Africano para la Gobernanza, con sede en Johannesburgo.
La investidura de Chapo está programada para el 15 de enero. El presidente electo de 48 años sucederá a Felipe Nyusi, que ha agotado su límite de dos mandatos.
bur-br/bc/dbh/avl
