El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, encabezó un acto simbólico en el Palacio de Planalto para conmemorar los dos años del asalto a las sedes de poder en Brasilia. Este evento, que marcó un ataque directo a la democracia brasileña, tuvo como objetivo destacar el compromiso del gobierno con la preservación de las instituciones democráticas.
Durante la ceremonia, Lula da Silva reafirmó su postura frente a los intentos antidemocráticos ocurridos el 8 de enero de 2023. El acto incluyó la presentación de obras de arte y objetos históricos restaurados que simbolizan la recuperación del patrimonio cultural afectado durante los disturbios.
El evento realizado en el Palacio de Planalto es un recordatorio de los desafíos que enfrentó la democracia brasileña tras los disturbios de 2023. Lula da Silva, en un mensaje difundido en la red X, afirmó: "Nuestra respuesta a los ataques antidemocráticos es la unión, la solidaridad y el amor. Seguiremos en la defensa intransigente de la democracia y de nuestro país".
Entre las obras restauradas destaca 'Las mulatas' (1962), de Emiliano Di Cavalcanti, una pieza emblemática del modernismo brasileño dañada durante la invasión. También fue presentado un reloj del siglo XVII fabricado por Balthazar Martinot, que tras una compleja restauración en Suiza, regresó al acervo presidencial. Estos símbolos refuerzan el compromiso con la reconstrucción cultural y democrática.
El asalto a las sedes del Congreso, la corte suprema y el Palacio de Planalto fue llevado a cabo por miles de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, quienes se manifestaron contra la victoria electoral de Lula da Silva en 2022. Este evento fue calificado por expertos como uno de los mayores ataques contra la democracia en la historia moderna de Brasil.
De los involucrados, 371 personas han sido condenadas, según datos oficiales, de las cuales 179 tienen penas de más de 14 años de prisión. Mientras tanto, Bolsonaro enfrenta investigaciones judiciales por su presunta participación en los disturbios y por posibles delitos como golpe de Estado y organización criminal. Las autoridades buscan determinar si instigó directa o indirectamente estas acciones.
El acto de conmemoración estuvo acompañado de estrictas medidas de seguridad en la Plaza de los Tres Poderes, donde se reforzó la presencia policial y se restringió el tráfico vehicular. Además, helicópteros sobrevolaron la zona para garantizar la tranquilidad de los asistentes.
La primera dama, Rosangela Janja da Silva, destacó la importancia de aprender de este episodio histórico y declaró: "La invasión de los edificios oficiales fue una advertencia de que la democracia debe defenderse diariamente".
