El canal Huatica es uno de los principales vestigios de la avanzada ingeniería hidráulica desarrollada por las culturas prehispánicas en el valle del río Rímac. Este canal fue construido por los antiguos habitantes de la región, posiblemente por la cultura Ichma, y más tarde optimizado por los incas. Su propósito principal era garantizar el abastecimiento de agua para la agricultura y el consumo humano en una zona árida como la costa peruana.
La red de canales de riego, que incluye el Huatica, ha permitido el crecimiento agrícola y urbano, lo que ha mantenido la vitalidad de la ciudad a lo largo de los siglos. Hoy, el canal Huatica sigue siendo un recurso vital, ya que irriga parques y jardines en Lima Metropolitana, y su historia refleja la rica herencia cultural de la región.
El canal Huatica se destaca como el único canal prehispánico que cruzaba el Centro Histórico de Lima. Su origen se remonta a las culturas que habitaron el valle del Rímac, las cuales desarrollaron un sistema de regadío avanzado. Este canal, junto a otros como Surco, Ate y La Magdalena, formaba parte de una red hidráulica que aseguraba la distribución eficiente del agua en la región.
La infraestructura de riego no solo beneficiaba a las comunidades locales, sino que también reflejaba el desarrollo agrícola y espiritual de los Ychsma, quienes habitaban el área antes de la llegada de los conquistadores. La capacidad de estos pueblos para gestionar el agua fue un factor determinante en la elección del lugar para fundar la ‘Ciudad de los Reyes’.
Con la llegada de los españoles, el canal Huatica sufrió modificaciones para adaptarse a las nuevas necesidades de la colonia. Durante el virreinato, se construyó un acueducto que permitía captar agua de los manantiales de La Atarjea, lo que aseguraba un suministro constante para la creciente población de Lima. Este canal prismático se convirtió en un elemento esencial para el abastecimiento de agua en el Centro Histórico.
El investigador Javier Lizarzaburu destaca que el Huatica fue el canal más intervenido y modificado debido a su ubicación estratégica. A lo largo de los siglos, su recorrido ha cambiado, pero su función de irrigar áreas verdes y parques en la ciudad se ha mantenido.
La Casa Nacional de Moneda, establecida en 1565, se benefició directamente del canal Huatica. Este canal no solo proporcionaba agua para el riego, sino que también servía para mover los molinos y las máquinas de acuñación de monedas. La fuerza hidráulica del Huatica resultó crucial en el proceso de refinamiento de metales y acuñación, lo que subraya su importancia en la economía del virreinato.
El recorrido del canal a través de la Casa de la Moneda permitió un uso eficiente del agua e integró la infraestructura hidráulica con las actividades económicas de la época. Este vínculo entre el canal y la acuñación de monedas representa un ejemplo de cómo los recursos naturales se aprovecharon para el desarrollo urbano y económico de Lima.
Hoy en día, el canal Huatica sigue siendo relevante para Lima Metropolitana. Su recorrido abarca varios distritos e irriga parques y jardines que son esenciales para la calidad de vida en una ciudad densamente poblada. A pesar de las modificaciones a lo largo de los años, el canal continúa siendo un símbolo de la herencia cultural y de la importancia del agua en la vida urbana.
La historia del canal Huatica recuerda la capacidad de las civilizaciones prehispánicas para gestionar sus recursos hídricos y cómo esta infraestructura ha perdurado a lo largo del tiempo, adaptándose a las necesidades cambiantes de la ciudad.
