Sobre el caso de Nilo Burga, tras el reciente informe publicado por la Unidad de Investigación de La República, donde se revela como Gonzalo Barreto Burga, pareja de Noemí Alvarado, a través de una declaración jurada, acepta haber robado el celular de Frigoinca, para luego venderlo a los empresarios Martín Riepl y Josías Sánchez Dávila, lo que contradeciría el pensamiento de Nilo sobre una “traición” por parte de Noemí, según sus manuscritos.
Según el documento al que accedió este medio, Barreto indicó que entre Riepl y Sánchez le pagaron un total de 30 mil soles, a cambio, él les daría el celular de Noemí, en aquel entonces trabajadora de Frigoinca, donde la información almacenada reveló un presunto esquema de corrupción relacionado con el programa de alimentación escolar Qali Warma, ahora conocido como Wasi Mikuna y la Dirección General de Salud Ambiental.
Cabe señalar que, según Barreto, el pago se realizó en dos partes: primero recibió 10.000 soles por parte de Sánchez y luego 20,000 soles por parte de Riepl.
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Ante ello, Martín Riepl, periodista y excolaborador de Latina, negó cualquier vínculo con la presunta compra del celular robado. En declaraciones a La República, Riepl desmintió las afirmaciones realizadas por Gonzalo Barreto Burga, quien confesó haber sustraído el dispositivo y venderlo a Riepl, cuya familia es propietaria de Productos Gambrinus, y Josías Sánchez Dávila, accionista de CAAS Alimentos.
Por su parte, Josías Sánchez Dávila, dueño de CAAS Alimentos, también negó las afirmaciones de Barreto. "Niego las afirmaciones vertidas por la persona en mención, no comprendo los motivos que habrá tenido", expresó.
“Posteriormente, Josías mencionó que con la información que tenían del celular robado iban a realizar un reportaje periodístico en el canal de Frecuencia Latina, ya que Martín Riepl tenía contactos en la mencionada televisora, por lo que no podría dar fe si es que la información fue manipulada o tergiversada para los fines que tenían”, señaló Barreto.
Como se recuerda, el contenido del celular robado fue posteriormente difundido en el programa televisivo Punto Final, en el que se denunciaron presuntos actos de corrupción para favorecer los productos de Frigoinca, comercializados bajo la marca Don Simón.
Previamente, en el programa dominical de Latina antes de emitir el reportaje se afirmó que el celular llegó de forma anónima y que toda la información publicada fue previamente verificada. Para esa fecha, Riepl ya había dejado de trabajar en dicho medio televisivo.
El caso ganó mayor relevancia cuando Noemí Alvarado Llanos, empleada de confianza de Frigoinca, confirmó en el programa Cuarto Poder los hechos denunciados por Punto Final. Alvarado presentó nuevas evidencias sobre las presuntas irregularidades de Nilo Burga Malca, dueño de Frigoinca, y su hijo, Michael Burga Farro.
