Un poderoso terremoto en China de magnitud 7,1, según reportó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), afectó la región del Tíbet en las primeras horas de la mañana del martes 7 de enero. La localidad de Tingri, cercana al epicentro, fue una de las más afectadas, con edificios colapsados y caminos bloqueados por derrumbes. Hasta el momento, las autoridades locales reportan más de 126 fallecidos por la tragedia.
El sismo, cuya profundidad fue registrada en 10 kilómetros, se sintió con fuerza en áreas de Nepal y ciudades cercanas como Katmandú y Namche. Imágenes y videos compartidos por testigos en redes sociales muestran escenas de pánico y destrucción, con residentes evacuando zonas de riesgo mientras las réplicas mantienen a la población en alerta.
Un video que circula en redes sociales capturó el momento exacto del terremoto en Tingri, donde se observa cómo las estructuras d de un supermercado comienzan a colapsar en cuestión de segundos. La grabación muestra además a calientes y trabajadores corriendo por los pasillos mientras esquivan los productos que caen a sus paso.
Según expertos de Earthquake Watch, el Tíbet es una de las zonas sísmicamente más activas de China, debido a su proximidad con la placa tectónica euroasiática. Este último evento vuelve a poner en evidencia la vulnerabilidad de las construcciones en áreas rurales, donde muchas casas están hechas de adobe y no cuentan con refuerzos estructurales.
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En el Tíbet, la magnitud del desastre es evidente en comunidades enteras, donde las viviendas han quedado reducidas a escombros. Según informes preliminares, se estima que más de 500 construcciones sufrieron daños severos. En Lobuche, cerca de la frontera con Nepal, las réplicas complicaron el trabajo de los rescatistas.
El gobierno chino ha ordenado el envío de suministros de emergencia, incluyendo alimentos, agua potable y mantas para los damnificados. Mientras tanto, equipos de Nepal han ofrecido asistencia internacional para coordinar las labores de recuperación en áreas cercanas a Katmandú.
