El hallazgo de dos cuerpos sin vida en el tren de aterrizaje de un avión de JetBlue conmocionó al Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale-Hollywood en Florida. El descubrimiento, ocurrido el lunes 6 de enero durante una inspección rutinaria posterior al aterrizaje, involucra un vuelo procedente del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy en Nueva York.
La identidad de las personas fallecidas y las circunstancias en las que accedieron al avión permanecen bajo investigación. Este caso pone en evidencia las condiciones extremas y los riesgos que enfrentan quienes intentan viajar de forma clandestina en compartimentos no diseñados para pasajeros.
Los cuerpos fueron descubiertos en el vuelo 1801 de JetBlue tras aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale-Hollywood, luego de haber partido desde Nueva York. El hallazgo se produjo durante una revisión de rutina realizada por el personal de mantenimiento. Este tipo de inspecciones son habituales después de cada vuelo y están destinadas a garantizar el correcto funcionamiento de la aeronave.
El tren de aterrizaje, donde fueron encontrados los cuerpos, es un compartimento extremadamente peligroso. Durante el vuelo, estas áreas enfrentan temperaturas extremadamente bajas, falta de oxígeno y el riesgo de aplastamiento debido al mecanismo del tren de aterrizaje. Las condiciones en este espacio hacen prácticamente imposible la supervivencia durante trayectos largos.
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Las autoridades locales, incluyendo la Oficina del Sheriff de Broward y médicos forenses, están investigando cómo estas personas lograron acceder al tren de aterrizaje del avión. JetBlue también se ha comprometido a colaborar plenamente con las investigaciones para esclarecer lo ocurrido.
El caso tiene similitudes con otro incidente reciente ocurrido en un vuelo de United Airlines, donde una persona falleció en el hueco de la rueda de un avión que volaba de Chicago a Hawái. Ambos eventos reflejan una problemática recurrente en la aviación: las graves consecuencias de intentar viajar como polizón en compartimentos no habilitados para pasajeros.
Las autoridades han subrayado los riesgos mortales asociados con esta práctica, y se espera que el incidente motive una revisión más estricta de los protocolos de seguridad aeroportuaria para prevenir futuros casos.
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En un comunicado enviado a Newsweek, JetBlue calificó el hallazgo como una "situación desgarradora" y expresó su compromiso de trabajar en estrecha colaboración con las autoridades para comprender cómo ocurrieron estos hechos. “Trágicamente, ambas personas fallecieron. En este momento, la identidad de las personas y las circunstancias en las que accedieron a la aeronave siguen siendo objeto de investigación”, señaló la aerolínea.
A pesar de la gravedad del incidente, los vuelos de JetBlue desde el Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale-Hollywood operaron con normalidad el martes. Este hecho ha generado inquietudes sobre la seguridad aeroportuaria y ha llamado la atención sobre la necesidad de reforzar los controles en áreas sensibles, como los compartimentos del tren de aterrizaje.
