La Asociación de Mototaxistas Progreso enfrenta una ola de violencia y extorsión que amenaza su seguridad y sustento económico. Los delincuentes exigen pagos exorbitantes, generando un clima de miedo en el gremio de conductores.
Desde el 9 de diciembre, los 520 mototaxistas de la asociación han sido blanco de amenazas y ataques violentos. La situación se intensificó con un ataque explosivo el 5 de enero, lo que ha llevado a los conductores a exigir protección a la autoridades locales.
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El vicepresidente de la Asociación de Mototaxistas Progreso, Jaime Vílchez, relató que las amenazas iniciales fueron desestimadas, pero la realidad cambió drásticamente con el ataque a su domicilio. A las 3:00 a. m., dos individuos lanzaron un explosivo hacia su vehículo, un acto que dejó claro que las advertencias no eran simples intimidaciones.
Los extorsionadores han utilizado métodos de intimidación, incluyendo mensajes de texto y videos donde exhiben armas, para exigir un pago inicial de S/5,000 y cuotas diarias de S/1,000. Esta suma totaliza S/30,000 mensuales, un monto insostenible para quienes dependen de su trabajo diario.
Los mototaxistas han comenzado a vincular las extorsiones con un individuo conocido como “El Monstruo”. Clara Silva, una de las afectadas, expresó su temor y la necesidad de que las autoridades actúen con rapidez. “No podemos seguir viviendo así”, afirmó, reflejando el sentimiento de muchos en el gremio de transportistas.
La presión económica y el miedo han llevado a los mototaxistas a una encrucijada: seguir trabajando bajo amenazas o ceder a las exigencias de los extorsionadores. La situación ha generado un ambiente de inseguridad que afecta no solo a los mototaxistas, sino a todos los vecinos del distrito en mención.
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Ante lo sucedido, los mototaxistas y los vecinos han manifestado su indignación ante la creciente violencia. Los residentes también sienten el impacto de estos actos delictivos, que han alterado la tranquilidad del distrito. “Queremos más seguridad”, demandó Silva, quien instó a las autoridades a tomar medidas efectivas para proteger a los mototaxistas y sus familias.
Las investigaciones han comenzado, pero la incertidumbre persiste. Aunque la Policía Nacional ha reforzado la seguridad en la zona, los mototaxistas exigen acciones más contundentes para garantizar su bienestar y permitirles trabajar sin miedo.