Loreto, Cajamarca, Amazonas, Huánuco y Ucayali comparten una característica en común: son las regiones menos competitivas del Perú, según el actualizado Índice de Competitividad Regional (ICR) publicado por el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan).
El estudio tiene como objetivo principal analizar la situación de las regiones en relación con los factores que inciden en su desarrollo o retroceso. Así, los departamentos de la costa presentan los índices más altos de competitividad, especialmente en la costa centro y sur, como Callao (61,4 puntos), Ica (60,5), Moquegua (59,7), Arequipa (59,2) y Lima (57,4) quienes lideran el ranking.
“La costa está en un mejor nivel, está relacionada con mejor infraestructura de transporte, modernización del aeropuerto Jorge Chávez, el hub portuario, mas accesos de salud y servicios”, apuntó a La República Alberto del Águila, especialista en Prospectiva Económica del Ceplan.
Sin embargo, a pesar de que están en la cima en el listado, no se puede afirmar que gozan de “una competitividad alta (75 puntos)”, debido a que todas las regiones registran una escala menor de los 65 puntos.
Desde la otra orilla, las regiones de la selva y la sierra norte tienen los índices más mediocres en competitividad, como Loreto (46,1 puntos) que sigue ocupando el último lugar desde hace tres años a pesar de un leve avance, y le siguen Cajamarca (46,7), Amazonas (47,5), Huánuco (47,9) y Ucayali (48,2), todas con un lastre preocupante en su desarrollo.
Según Ceplan, la razón de que estos departamentos ocupen las últimas posiciones puede atribuirse a su lejanía geográfica, dificultades de acceso y menor desarrollo de infraestructura, así como a economías dependientes de sectores primarios como la agricultura y la minería, que no siempre generan los niveles de competitividad que se observan en otros departamentos costeños.
“La población de la costa tiene una mejor provisión de servicios públicos. En la selva, hay mayor vulnerabilidad y menor capacidad estatal. Loreto históricamente que ha sido menos competitiva ha ganado tres puntos. Sin embargo, a pesar de esta mejora marginal, el análisis evidencia que hay problemas por resolver”, acotó Del Águila.
De acuerdo con el informe, todas las regiones fueron evaluadas bajo cinco pilares: capital humano, sostenibilidad, comunicaciones, instituciones y situación laboral e inclusión financiera, las cuales permiten brindar información clave a los Gobiernos regionales para la formulación de políticas públicas y la promoción de inversiones.
Debido a la gran disparidad entre las regiones de la selva, producto de su geografía, que enfrenta principalmente problemas de infraestructura, el especialista remarcó que, dado que Perú cuenta con un territorio heterogéneo, los resultados del Índice de Competitividad Regional evidencian la necesidad de implementar estrategias diferenciadas, adaptadas a las particularidades y necesidades de cada región.
“Una de las brechas más marcadas es el acceso a infraestructura de calidad. Para reducirla, se deben priorizar la infraestructura vial y la conectividad”, señaló.
Con miras al Plan Estratégico de Desarrollo Nacional (PEDN) al 2050, la tendencia de incremento en el nivel de competitividad es positiva, afirma Del Aguila. Sin embargo, se tienen que concretar las reformas estructurales en educación, laboral, así como la reducción de la anemia.
Loreto, en la última posición, es la región con mayores desafíos debido a su aislamiento y falta de conectividad con el resto del país. Según el INEI, la pobreza agobia a más del 40% .
“En los tres índices que publica el Ceplan, tiene los peores resultados. Se posiciona como la región menos competitiva, la más vulnerable y donde hay menor capacidad del Estado para servicios públicos”, sentenció.
En general, el promedio nacional alcanzó un puntaje de 52,8 puntos, lo que significó un incremento de 0,6 puntos comparados con el 2022, pero un lento avance desde el 2016 al crecer solo 3,3 puntos.
