Este domingo, agentes del grupo IRAN y la Policía Nacional del Perú (PNP) realizaron un descubrimiento aterrador en un área abandonada de la ciudad de Trujillo. En las instalaciones de la antigua cervecera Pilsen Trujillo, ubicadas entre la avenida Santa y el pasaje Martínez de Pinillos, encontraron el cuerpo calcinado de un hombre.
Cabe señalar que, este lugar, que en el pasado fue un centro de actividad industrial, ahora es un punto de encuentro para personas en situación de calle, lo que alarma a los vecinos de la zona. La policía aún investiga las circunstancias acerca de la muerte del hombre, cuya identidad aún no ha sido confirmada.
Una de las testigos del caso es Jennifer Alejandra, quien conocía al fallecido. Ella informó cómo se enteró de la tragedia y cómo contactó a las autoridades. "Mi amiga me avisó que le habían dicho que José estaba quemado ahí desde el 2 de enero. Me acerqué al lugar y contacté a Serenazgo, quienes confirmaron que mi amigo estaba muerto adentro, quemado", explicó Alejandra.
Según lo que detalló, el hombre, identificado como José, era conocido en la zona debido a que se dedicaba a limpiar los vidrios de los vehículos en los semáforos."Él era de la calle, limpiaba lunas. Lo conocí porque yo vendía agua en la calle, ahí hicimos una amistad", añadió.
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El jefe policial de la región La Libertad, general Guillermo Llerena, comunicó detalles sobre el estado del caso. "Es un lugar donde suelen reunirse personas y funciona como una especie de fumadero. Aún no se sabe si el cuerpo fue traído aquí ya calcinado o si lo quemaron en el mismo lugar. Estamos en proceso de diligencias para esclarecer los hechos", comentó Llerena.
La escena del crimen, un espacio que fue abandonado por años, plantea varias hipótesis. Algunas personas especulan que el lugar fue utilizado para actividades ilícitas, especialmente relacionadas con el consumo de drogas. Los vecinos de la urbanización El Molino expresan su preocupación por el abandono de las instalaciones, debido a que se ha convertido en un foco de inseguridad en la zona.
Los ciudadanos que residen cerca del lugar donde se encontró al hombre fallecido manifestaron su inquietud por la seguridad pública. Ellos consideran que los espacios abandonados no solo atraen a personas en situación de calle, sino que también se convierten en refugios para quienes participan en actividades delictivas. Además, piden a las autoridades garantizar la seguridad en estos lugares o reutilizar estas áreas para alguna actividad comercial. Por último, reclaman más acciones para evitar que este tipo de sucesos vuelvan a ocurrir.
