El ministro de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, lanzó una contundente advertencia al exiliado opositor Edmundo González Urrutia, quien ha manifestado su intención de regresar al país tras las elecciones presidenciales. Cabello aseguró que González Urrutia será arrestado si decide poner un pie en territorio venezolano.
Durante una conferencia de prensa, Cabello ironizó sobre el regreso del opositor, afirmando: “Gustosamente lo recibiré. Sabe el señor González Urrutia que apenas ponga un dedo en Venezuela será detenido”. Esta declaración se produce en un contexto de creciente tensión política en el país, donde el presidente Nicolás Maduro se prepara para asumir un nuevo mandato el 10 de enero de 2025.
González Urrutia, quien reclama haber ganado las elecciones con un 70% de los votos, ha solicitado el apoyo de la Fuerza Armada, que ha manifestado lealtad a Maduro. En respuesta, Cabello aseguró que “los cuarteles están en tranquilidad” y que cualquier intento de desestabilización será enfrentado con firmeza.
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Cabello reiteró su advertencia, afirmando que “si pone un pie en Venezuela, será detenido y juzgado”. Esta declaración subraya la postura del gobierno venezolano frente a la oposición, que ha sido objeto de represión en los últimos años. La situación se complica aún más con la promesa de González Urrutia de regresar al país para asumir el poder, lo que ha generado un clima de incertidumbre y tensión.
La situación adquiere un matiz más complejo con la promesa de González Urrutia de regresar al país con la intención de asumir el poder, un acto que ha intensificado la incertidumbre y tensión política en Venezuela. Este anuncio, lejos de apaciguar los ánimos, ha sido percibido como un desafío directo al gobierno, que no ha dudado en reforzar su retórica y advertencias.
El panorama político se encuentra en un estado de alta polarización, con un gobierno que refuerza su control sobre las instituciones y una oposición dividida, pero aún activa en su propósito de cambio. Las declaraciones de ambos bandos, sumadas a la incertidumbre sobre los próximos movimientos de González Urrutia, han dejado a la ciudadanía en un estado de alerta, temiendo posibles enfrentamientos o una mayor represión en el corto plazo.
El presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, instó a los diputados a respaldar una solicitud de arresto contra el líder opositor Edmundo González Urrutia, quien se encuentra exiliado en España. Esto ocurre tras la declaración del antichavista de asumir la Presidencia, argumentando haber ganado las elecciones.
La Fiscalía ya emitió una orden de detención y la Policía ofreció una recompensa de 100.000 dólares por información que facilite su captura. La presión estatal para detener a González Urrutia se intensifica a medida que se acerca la fecha de toma de posesión presidencial, disputada entre Nicolás Maduro y el opositor, actualmente de gira por América.
La crisis política en Venezuela se ha intensificado tras las elecciones presidenciales, donde Maduro fue proclamado ganador con un 52% de los votos, según el Consejo Nacional Electoral (CNE). Sin embargo, la oposición ha cuestionado la validez de estos resultados, presentando actas electorales que respaldan la victoria de González Urrutia. Este conflicto ha llevado a protestas masivas, que han sido reprimidas con violencia, resultando en la muerte de al menos 28 personas y miles de detenciones.
Cabello, en su defensa del gobierno, afirmó: “Venezuela está en paz. Quienes quieran perturbar la paz, asuman las consecuencias”. Esta declaración refleja la postura del gobierno de Maduro, que busca mantener el control en un país sumido en la crisis económica y social.
