El expresidente Donald Trump, quien volverá a la Casa Blanca el 20 de enero de 2025, enfrentará la lectura de su sentencia por el caso Stormy Daniels apenas diez días antes de su investidura. El juez Juan Merchan, encargado del caso en Nueva York, ha fijado el 10 de enero como la fecha clave en este proceso judicial que ha capturado la atención nacional e internacional.
Trump fue condenado en mayo por 34 cargos relacionados con la falsificación de registros comerciales, con el fin de ocultar un pago a Stormy Daniels, exestrella de cine para adultos, antes de las elecciones de 2016. Este pago pretendía evitar la divulgación de un supuesto encuentro entre ambos en 2006, lo que, según los fiscales, buscaba proteger su candidatura presidencial.
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El juez Merchan rechazó múltiples mociones presentadas por los abogados de Trump para anular la condena. En una decisión de 18 páginas, el magistrado indicó que no se impondrá una pena de cárcel, alineándose con la recomendación de los fiscales, quienes consideraron que una condena de prisión no es factible en este caso.
"En esta coyuntura, parece adecuado que la Corte manifieste su inclinación a no imponer una sentencia de encarcelamiento", expresó Merchan. La lectura de la sentencia será virtual o presencial, según decida Trump, convirtiéndose en un evento clave a solo días de que asuma nuevamente la presidencia como el 47º mandatario de Estados Unidos.
Además del caso Stormy Daniels, el expresidente ha enfrentado otros procesos legales, aunque ninguno ha llegado a juicio. Entre ellos, se encuentra su imputación por retirar documentos confidenciales tras dejar la Casa Blanca y sus esfuerzos para revertir los resultados de las elecciones de 2020 en Georgia.
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El caso Stormy Daniels podría tener un impacto significativo en el panorama político de Estados Unidos, especialmente en el regreso de Trump a la presidencia. Si bien la condena no parece comprometer su posición como presidente electo, sí plantea preguntas sobre su legitimidad y credibilidad entre sus seguidores y opositores.
Desde el inicio de su carrera política, Trump ha enfrentado numerosos escándalos, pero su base de apoyo ha demostrado ser resiliente. Sin embargo, esta condena, sumada a los procesos legales pendientes, podría influir en su capacidad para implementar políticas clave y negociar con el Congreso. Además, los analistas políticos sugieren que este caso podría ser utilizado por sus adversarios como una herramienta para cuestionar su integridad.
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Uno de los aspectos más relevantes del caso es la inmunidad presidencial, que otorga protección legal al presidente en funciones por actos oficiales realizados durante su mandato. Según el juez Merchan, esta inmunidad se aplicará a Trump una vez que tome posesión del cargo el 20 de enero de 2025.
La inmunidad no significa que los cargos actuales desaparezcan, pero sí podría detener temporalmente ciertos procedimientos legales mientras Trump esté en el cargo. En palabras del juez, "no hay impedimentos legales para dictar sentencia antes de que el acusado asuma su cargo". Este principio ha sido debatido ampliamente en Estados Unidos, especialmente en relación con las acciones legales contra presidentes en ejercicio.
