Rafael Sarmiento, un joven venezolano oriundo de Maracaibo, dejó su país natal para buscar mejores oportunidades en Perú junto a su familia. A los 19 años, después de dos años de preparación, logró ingresar a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), una de las instituciones más prestigiosas del país. Con 24 años y en su último año de estudios, Rafael reflexionó sobre su experiencia en una nación que le ha brindado nuevos horizontes.
La UNI no solo ha sido un reto académico, sino también un espacio donde Rafael ha tenido que adaptarse culturalmente. Este joven estudiante de Ingeniería Mecánica no solo destaca por su esfuerzo y dedicación, sino también por las lecciones que ha aprendido en el proceso.
Ingresar a la UNI fue un logro importante para Rafael, pero el verdadero desafío comenzó al enfrentarse al trabajo en equipo dentro de la universidad. Según sus palabras, colaborar con compañeros con diferentes perspectivas es una de las habilidades más complicadas de dominar. “Uno tiene que acostumbrarse a trabajar en equipo, muchas veces no salen las cosas como uno quiere porque cada persona tiene su idea y son habilidades que van más allá de los estudios. No es que sean malas experiencias, sino que son cosas que te forman”, comentó Rafael.
La capacidad de trabajar en conjunto es una habilidad crucial para cualquier estudiante de ingeniería. Sin embargo, Rafael señala que aprender a gestionar las diferencias en un entorno multicultural y diverso le ha dado herramientas que van más allá de lo académico.
Además de los retos académicos, Rafael enfrentó desafíos culturales. Uno de los más notables fue la necesidad de modificar ciertas expresiones de su habla para evitar malentendidos. Originario de Maracaibo, una región con un léxico particular, Rafael notó que algunas palabras que usaba comúnmente en Venezuela tenían significados completamente diferentes en Perú.
“Por ejemplo, la palabra arrechera es estar molesto, pero acá significa otra cosa. Y hay muchas palabras en esta connotación, digamos, que no podría decir porque acá se refieren a otra cosa”, explicó. Este cambio en su forma de comunicarse ocurrió de manera natural, pero fue esencial para integrarse en su nuevo entorno. Rafael destaca que este tipo de ajustes, aunque pequeños, pueden marcar una gran diferencia en la convivencia y en la construcción de relaciones dentro y fuera de la universidad.
La elección de estudiar Ingeniería Mecánica no fue casualidad para Rafael. Inspirado por su padre, un ingeniero mecánico peruano que migró a Venezuela durante los años 80, y su madre, una médico, Rafael siempre mostró inclinación por las ciencias y las matemáticas. Con esta base familiar, decidió seguir el camino de la ingeniería, logrando ingresar a la UNI en 2019 tras mucho esfuerzo y preparación.
“Recuerdo cuando ingresé hace 5 años. Uno sentía la emoción porque hubo un esfuerzo detrás de la preparación en la academia. Comencé con toda la impresión de ver los cursos porque había escuchado sobre la reputación que tiene la UNI y eso motiva para aprender bastante”, compartió Rafael. Desde su ingreso, ha demostrado que con disciplina y dedicación es posible destacar en una de las universidades más exigentes del Perú. Sus logros y experiencias reflejan la perseverancia de quienes buscan un mejor futuro.
El costo del prospecto del examen de la UNI es de S/ 90. Adicionalmente, los postulantes deberán pagar S/ 400 si estudiaron en un colegio público de Lima Metropolitana o Callao, y S/ 550 en el caso de haber cursado en un colegio privado. Para aquellos provenientes de Lima provincias u otras regiones del país, el monto a abonar será de S/ 350. Cabe mencionar que los estudiantes de cuarto año de secundaria también tienen la posibilidad de inscribirse para evaluar su nivel de conocimientos, aunque no tendrán acceso a una vacante.