La Marina de los Estados Unidos inició uno de los proyectos más ambiciosos de su historia militar con el desarrollo de la clase SSN(X), un submarino de ataque de propulsión nuclear que se espera entre en servicio hacia el año 2040. Este proyecto busca mantener la supremacía naval estadounidense en un contexto de creciente competencia con otras potencias como China y Rusia.
Con un presupuesto de más de 6.000 millones de dólares y el respaldo del Congreso, los submarinos de esta nueva clase estarán equipados con innovaciones tecnológicas de vanguardia, como sistemas de propulsión nuclear con uranio de bajo enriquecimiento (LEU), sensores de última generación y capacidades mejoradas de guerra antisubmarina.
La Marina de los Estados Unidos ha recibido la aprobación del Congreso para desarrollar una nueva clase de submarinos de ataque de propulsión nuclear, denominada SSN(X), con el objetivo de que entren en servicio en 2040. Estos submarinos tendrán un desplazamiento sumergido de aproximadamente 10.100 toneladas, superando en un 11% al SSN-21.
El diseño del SSN(X) combinará las mejores características de submarinos anteriores:
Una innovación destacada será su sistema de propulsión nuclear, que utilizará uranio empobrecido (LEU), una novedad en los buques de guerra estadounidenses, con el objetivo de reducir los riesgos asociados al uso de uranio altamente enriquecido (HEU) sin comprometer el rendimiento. Este programa se encuentra aún en etapas iniciales de desarrollo y planea comenzar la construcción en 2030.
El SSN(X), el nuevo submarino de ataque nuclear planeado por la Marina de los Estados Unidos para 2040, incorporará tecnologías avanzadas de sigilo acústico, basadas en la clase Virginia, que lo harán prácticamente indetectable para los sistemas de sonar enemigos.
Su velocidad y maniobrabilidad se inspirarán en la clase Seawolf, permitiéndole responder rápidamente a situaciones tácticas en cualquier región. Además, su capacidad de carga incluirá armamento de última generación, como misiles hipersónicos, torpedos avanzados y drones submarinos, proporcionando flexibilidad para cumplir con una amplia gama de misiones de ataque y defensa.
Este submarino también utilizará uranio de bajo enriquecimiento (LEU), mejorando la seguridad y reduciendo los riesgos de proliferación nuclear. Además, estará equipado con tecnologías de guerra en red y capacidades de inteligencia artificial.
