Hace más de tres décadas, don Luis Llactas Sulca enfrentó el mayor sacrificio de su vida, pero que cambiaría la vida de su hijo menor. Santos Llactas Sulca, nombre dado por sus padres biológicos, tenía solo tres meses cuando fue dado en adopción a una familia francesa. El joven, cuyo nombre actual es Jean-Marc Soulard, creció y se desarrolló en uno de los suburbios más cómodos de Francia. Según comentó don Luis en un reportaje para 'Día D', a pesar de la difícil decisión que implicó separarse de su descendiente, no se arrepiente de lo que hizo, ya que esto le permitió acceder a una vida más próspera, lejos de la pobreza que enfrentaban en Apurímac en aquel entonces.
Desde pequeño, Jean-Marc Soulard supo que tenía raíces en Perú; sin embargo, creyó que tras la muerte de su madre biológica, su conexión con el país que lo vio nacer había desaparecido. Tal fue su sorpresa al descubrir que, tras 34 años, sus hermanos biológicos lo estaban buscando. Así, con el objetivo de volver a ver a su familia biológica, dejó Francia y vino al Perú para encontrarse con David Nostas, conocido como el 'Buscapersonas', quien lo ayudaría a reunirse con su progenitor y hermanos.
Jean-Marc Soulard nació en un humilde caserío de Apurímac, pero sus recuerdos de infancia están marcados por las ciudades de Francia, donde creció con su familia adoptiva. Durante años, creyó que su historia en Perú había terminado tras la muerte de su madre biológica.
"Cuando mi mamá (biológica) murió, sentí que todo había terminado, como si mi historia en Perú hubiera desaparecido", confesó en un reportaje para 'Día D'. Sin embargo, un correo que le envió su amiga en los Estados Unidos, revelando que sus hermanos biológicos lo estaban buscando, cambió su vida para siempre y lo llevó a reencontrarse con sus raíces.
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"Una amiga de EE. UU. me escribió: 'Esto podría cambiarte la vida, pero tienes que ver este video'. Cuando lo vi, quedó atónito. Era mi foto de, junto al nombre de mis padres adoptivos en un papel. Reconocí mi cuarto, el barco en la pared. Todo. Y luego vi a un hombre sosteniendo el papel Supe de inmediato, que era mi hermano", recordó emocionado.
Con la ayuda de David Nostas, el conocido 'Buscapersonas', Jean-Marc decidió emprender un viaje que cambiaría su vida. Dejó Francia con un propósito claro: reencontrarse con sus raíces y conocer a su familia biológica que tanto había anhelado.
"No podía controlar lo que sentía. Desde el momento en que dejé Francia, sentí que me iba para siempre, como si mi vida allá hubiera sido un sueño y ahora estuviera volviendo a mi verdadera realidad. Fue un sentimiento que jamás había experimentado", expresado.
Al llegar a Lima, Jean-Marc Soulard se dirigió directamente a la casa de uno de sus hermanos en Chorrillos, donde su padre y demás familiares lo esperaban con ansias. A pesar de la distancia y los años, Jean-Marc nunca guardó rencor por la decisión de su progenitor, entendiendo que fue un acto de amor para salvarlo.
"Siempre estuve orgulloso de mi padre. Les contaba a todos que me salvó y gracias a él estoy en Francia, vivo, y no en una montaña sin vida", compartió.
Tras 34 años, don Luis Llactas Sulca finalmente pudo abrazar nuevamente a su hijo menor. Aunque el idioma fue una barrera, ya que Jean-Marc no domina el español, un abrazo bastó para transmitir todo el amor y la emoción contenida, llevándolo hasta las lágrimas.
Durante este conmovedor reencuentro, Jean-Marc también tuvo la oportunidad de conocer más sobre su madre biológica, Valentina, a quien había honrado al dar su nombre a su hija menor, inspirado en una fotografía que le mostró a sus hermanos.