En el panorama global de la transición hacia fuentes energéticas más sostenibles, América Latina emerge como una región clave gracias a sus vastos recursos naturales y su compromiso con la sostenibilidad. Entre los países que destacan en esta revolución, uno de Sudamérica tomará un papel protagónico en los próximos años, tras poner en marcha un plan para el desarrollo del hidrógeno blanco. Este recurso, considerado una fuente de energía infinita, promete ser la respuesta a los retos energéticos del futuro.
Según el Foro Económico Mundial, esta nación lidera en la región las políticas que promueven la transición hacia energías más limpias y sostenibles que reemplacen a los combustibles fósiles como el petróleo.
Se trata de Colombia, que se espera que en los próximos años figure en el mapa energético mundial gracias a un recurso natural abundante e infinito en su territorio: el hidrógeno. Este elemento no solo se obtiene sin necesidad de procesos industriales complejos, sino que también reduce significativamente la huella de carbono.
En un contexto donde la demanda global de energías limpias sigue en aumento, el Grupo Ecopetrol, la principal empresa energética de Colombia, tiene un proceso un plan para generar un millón de toneladas de hidrógeno de bajo carbono para 2040, usando el hidrógeno blanco dentro de su estrategia, con el objetivo de alcanzar la meta de descarbonización del país para 2050.
El hidrógeno blanco es una forma natural de hidrógeno que se encuentra de manera natural en el subsuelo terrestre. A diferencia del hidrógeno verde o azul, que requieren procesos industriales para su producción, como la electrólisis o el uso de gas natural, este elemento se genera espontáneamente en ciertas formaciones rocosas a través de reacciones geoquímicas continuas.
Este recurso puede extraerse sin emisiones contaminantes y sin un alto costo de producción. Según expertos de Wood Mackenzie, su extracción podría resultar en un ahorro significativo, con costos inferiores a US$ 1 por kilogramo. Por ello, este recurso se encuentra en el centro de las discusiones sobre las nuevas fuentes de energía sostenible.
La transición hacia fuentes de energía más sostenibles es una prioridad global, y el hidrógeno blanco genera particular interés debido a su potencial para ser producido a costos mucho más bajos que el hidrógeno verde y azul, que requieren grandes inversiones en infraestructura.
Financieramente, también es interesante para las empresas debido a que algunos yacimientos de este recurso se encuentran junto con helio, un gas altamente demandado en el mercado internacional. Francia y Australia ya han iniciado a ajustar sus marcos regulatorios para incentivar la exploración de esta nueva fuente de energía.
En el caso de Colombia, el desarrollo del hidrógeno blanco representaría su oportunidad para destacar en América Latina como el principal país sostenible, al contar con este elemento, que es inagotable, a diferencia del petróleo, que es finito.