A partir del 1 de enero de 2025, el estado de Nueva York implementará un nuevo ajuste en el salario mínimo por hora, con el objetivo de mitigar los efectos económicos derivados de la inflación y el alto costo de vida. Este aumento salarial afectará principalmente a trabajadores de sectores como el comercio minorista, servicios, construcción y hospitalidad.
El incremento busca equiparar los ingresos de los trabajadores con el acelerado aumento en los costos de vivienda, alimentos y servicios básicos que afectan a los ciudadanos de la 'Gran Manzana'. Este ajuste también es una respuesta a las demandas de sindicatos y grupos de defensa laboral que han presionado durante años por una actualización salarial más justa.
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En la ciudad de Nueva York, así como en los condados de Long Island y Westchester, el salario mínimo pasará de $16.00 a $16.50 por hora. Mientras tanto, en el resto del estado, el salario se incrementará de $15.00 a $15.50 por hora.
Expertos señalan que, aunque este aumento representa un alivio para miles de trabajadores, no es suficiente para cubrir el alto costo de vida en Nueva York. De acuerdo con la Calculadora del Salario Digno del MIT, un adulto soltero en la ciudad necesita ganar al menos $26.86 por hora para poder cubrir sus necesidades básicas sin depender de subsidios o trabajos adicionales.
Por otro lado, se espera que este ajuste salarial tenga un impacto positivo en la economía local, ya que un aumento en los ingresos tiende a generar un mayor consumo interno. Sin embargo, algunos empresarios han manifestado su preocupación por los costos adicionales que este incremento representará para las pequeñas y medianas empresas.
La gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, señaló que el objetivo es hacer de Nueva York un lugar donde todos puedan vivir y prosperar sin las presiones de un costo de vida inalcanzable.
Mientras los sindicatos y activistas laborales celebran el ajuste como un avance significativo, algunos analistas económicos advierten que este incremento podría derivar en despidos o una reducción de horas laborales para compensar los mayores costos operativos.
El gobierno estatal, por su parte, confía en que esta medida contribuirá a reducir la brecha salarial y fortalecer la economía de Nueva York a largo plazo.
La iniciativa presentada por la gobernadora Hochul establece una política de incrementos salariales anuales que entrará en vigor a partir de 2027. Según esta propuesta, el salario mínimo en Nueva York se ajustará cada año tomando como referencia el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
El propósito principal de este modelo es asegurar que los ingresos de los trabajadores conserven su poder adquisitivo frente a la inflación, evitando así los desfases que han afectado al salario mínimo federal, el cual permanece congelado en $7.25 desde el año 2009.
