Con 5 plantas que generan un total de 976 megawatts de electricidad, México se encuentra entre los seis países con mayor capacidad para producir energía geotérmica, de acuerdo con Fernando Guerrero Martínez, investigador del Instituto de Energías Renovables de la UNAM. Esta fuente de energía renovable es fundamental para la transición energética del país, ya que contribuye a diversificar la matriz energética y a optimizar la eficiencia del sistema eléctrico.
La energía geotérmica no solo representa una opción sostenible, sino también una fuente de electricidad confiable, ya que no depende de factores climáticos. Además, su desarrollo impulsa la transición energética en México, reduce la dependencia de combustibles fósiles y fomenta el cuidado del medio ambiente.
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La energía geotérmica es el calor natural que se encuentra bajo la superficie de la Tierra. Este calor se puede aprovechar con tecnologías especiales para diferentes propósitos, principalmente para generar electricidad. Para hacerlo, se utiliza el vapor que sale de fuentes geotérmicas, que hace girar turbinas conectadas a generadores, produciendo así energía eléctrica.
La energía geotérmica tiene una gran ventaja frente a otras fuentes renovables, como la solar o la eólica: funciona de manera continua y no depende del clima ni de pausas en su actividad. Esto asegura una producción de energía constante y confiable. Además, tiene un impacto ambiental muy bajo, ya que no genera ruido ni modifica de forma importante el paisaje.
Este tipo de energía también se utiliza para aplicaciones directas, como el calentamiento de espacios y procesos industriales. Su desarrollo representa una oportunidad para diversificar las fuentes energéticas, reducir la dependencia de combustibles fósiles y avanzar hacia sistemas más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. La energía geotérmica es una pieza clave para enfrentar los desafíos energéticos actuales y futuros.
México cuenta con el lugar ideal para aprovechar la energía geotérmica y lo ha utilizado de manera eficiente. Actualmente, el país tiene cinco plantas geotérmicas en operación: Cerro Prieto en Baja California, Los Azufres en Michoacán, Los Humeros en Puebla, Las Tres Vírgenes en Baja California Sur y Domo San Pedro en Nayarit. Las principales áreas para explotar la energía geotérmica en México son la Faja Volcánica Transmexicana y la Península de Baja California, regiones que ofrecen condiciones naturales óptimas para este tipo de energía renovable.
Actualmente, la energía geotérmica representa solo entre el 1.5% y el 2% de la electricidad que se produce en México. Sin embargo, su potencial de crecimiento es enorme. Se estima que para el año 2050, la capacidad de generación podría superar los 1,400 megawatts.
Una de sus principales ventajas es que no emite gases ni sustancias tóxicas, lo que la convierte en una opción limpia y amigable con el medio ambiente. Además, a diferencia de otras fuentes de energía renovable como el viento o el sol, la geotermia es constante y no depende de cambios climáticos, lo que aporta una gran estabilidad y flexibilidad al sistema eléctrico.
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La energía geotérmica es mucho más limpia que las fuentes tradicionales de electricidad, como las plantas termoeléctricas. Produce entre 8 y 10 veces menos dióxido de carbono que las instalaciones que usan combustibles fósiles. Además, las plantas geotérmicas más modernas pueden generar electricidad sin causar daños al medio ambiente, lo que la convierte en una opción sostenible y amigable con la naturaleza.
Una de las mayores ventajas de la energía geotérmica es su versatilidad. No solo se usa para generar electricidad, sino que también tiene otros usos, como calentar hogares y deshidratar alimentos. Esto la hace aún más valiosa y le permite tener un impacto positivo en diversas industrias.
